—Estamos cerca—anuncia Denua mirando por la ventanilla del carruaje. A diferencia de mí, él parece estar seguro de sí mismo y de lo que estamos a punto de hacer.
Trabajamos arduamente después de aquel primer encuentro, descubrí que al igual que yo, Denua desea recuperar algo, no precisamente una persona, sino su propia reputación y la forma de demostrarlo son los hermosos diseños que ha confeccionado para mí.
Realizo tres diferentes vestidos, uno de color verde esmeralda, de tirantes diminutos que asemejan ser la punta de una pluma de ave, tiene hermosos detalles bordados los cuales yo ayude a coser para apresurar su terminación. Lo curioso de aquel vestido es que Denua tenía pocas telas de calidad, así que tuvo que utilizar telas simples para ser la base de la falda, metió varias capas
