—Suéltame. Aléjate de mí. —Julianna luchó. —Julie. Edwin miró fijamente a Julianna y luego le besó los labios. —No me toques... Con un sonido nítido... Julianna apartó a Edwin con rabia y le dio una fuerte bofetada. Edwin miró a Julianna con expresión fría y complicada. El corazón de Julianna latía deprisa como si se enfrentara a un monstruo espantoso. Mientras estuvieran cerca... Su memoria muscular la aterrorizaba. Edwin ya había domado su cuerpo. Sentía un profundo temor por Edwin desde el fondo de su corazón. Este trauma la acompañaría toda la vida. —Julianna, ¿aún me quieres? —Edwin jadeó y miró a Julianna con el ceño fruncido. Los párpados de Julianna parpadearon, luego giró la cabeza hacia un lado y dejó de mirar a Edwin a los ojos. —Edwin, ya nos hemos divorciado. Dij