Capitulo 40

957 Words
—¿Qué..... que te dijo?—pregunto el ojiverde —Quiere que llevemos a Dania a Pensilvania lo más pronto posible—hablo Owen angustiado —¡Carajo! ¿Y ahora qué sigue?—menciono el ojiverde, miraba a Landon, ambos lucían nerviosos —Tranquilos, todo estará bien, el señor Speitzer debe estar angustiado por su hija, es lógico que lo esté, tal vez por eso quiere que la llevemos—dijo el castaño, intentando sonar más calmado —No lo sé amigo, tal vez nos va a despedir—dijo serio Bill caminando de un lado a otro —Sin nosotros no sería nada la serie Bill—sonó sarcástico el castaño —No imaginemos cosas que no, solo hay que esperar a que Dania salga para irnos de inmediato—dijo Owen para mirar a ambos —Bien, yo iré a pedir que arreglen el equipaje para que todo esté listo—dijo Bill para después irse Owen y Landon esperaron a que Dania saliera, al verla se veía con un semblante bueno a pesar de tener la cara moreteada, Landon no dejaba de besarla y apapacharla. De inmediato le hicieron saber lo que ordenó su padre, está con angustia, no tuvo más que decir. Tomaron el primer vuelo a Pensilvania, Landon ahora se sentaba junto a Dania tomándola de la mano (. . .) El chofer del señor Speitzer los esperaba en el aeropuerto, al ver a la joven se asombró, intento disimular, se acercó a ellos para así llevarlos directo a la casa de esta. Al llegar, los tres jóvenes, tenían un semblante de miedo, pero Landon se veía un poco más tranquilo, él estaba dispuesto a culparse por lo ocurrido. Entraron a la enorme casa, el ama de llaves dijo que el señor los esperaba en la Sala —Hija mía—hablo el señor Speitzer caminando detrás de estos —Pa... Papá, ya estoy de vuelta—dijo Dania sonriente abrazándolo —Mi princesa, mira como te dejaron—acariciaba la mejilla de esta—No puedo creer lo ocurrido, a ustedes tres les pedí que cuidaran de mi hija y miren lo que pasó—los miro con enojo en sus ojos —Yo..... yo le puedo explicar......—hablo Owen, pero el señor lo interrumpió —Pero claro que quiero explicaciones, porque saben, en todos los medios hablan de ella y de ustedes dos—señalo a Bill y a Landon —Papá, aquí no hay a quien culpar, resulta que......—su padre la interrumpió —Por favor Dania, déjame hablar, contigo tendré otra charla—dijo serio —Yo quisiera hablar con usted señor, pero que sea en privado—hablo el ojiverde acaparando la atención de los presentes, en especial la de Dania —De acuerdo Brunner, vamos a mi despacho—le indicó que fuera y caminaron —¿Qué intenta hacer Bill?—se preguntó el castaño mirándolos irse —Pues que no sea nada estúpido—hablo Owen —¿Podrías llevarme a mi habitación?—Dania le pregunta a Landon —Por su puesto bonita, vamos—él la toma de la mano Ambos se fueron a la habitación, Owen se quedó en la sala, para después pedir algo de comer. Bill aún se encontraba con el señor Speitzer. Dania se sentía como el demonio por los golpes, pero se sentía curiosa con lo que pasaba allá abajo. Después de un largo rato, Landon se tuvo que ir, ya que el señor Speitzer entró a la habitación de su hija para hablar —Papá de verdad, lamento......—este se sentó en la orilla de la cama y la calló —Tranquila hija, no pidas disculpas, no estoy molesto, al contrario, me preocupé—su padre toma su mano —Sí, lo se papá—baja la mirada —Lo que me preocupa son los medios, habrá mucha polémica, así que debes estar preparada ¿de acuerdo?—él la mira a los ojos —Lo estaré papá, sabré qué decir ante la prensa, por cierto papá, ¿de qué te habló Bill?—Dania lo ve curiosa —¿Por qué el interés hija? ¿Él te gusta?—Dania abrió más los ojos —Como dices eso, papá—sonrió nerviosa —Solo pregunto, hija, ¿él te gusta?—Dania baja la mirada y suelta un suspiro —No lo se papá, sé que hace poco me lo preguntaste, pero no lo sé, mis sentimientos son un desorden, adoro y quiero demasiado a Landon, pero a veces Bill me hace sentir cosas que no me habían pasado—dijo con un leve sonrojo —Debes tener muy en claro lo que quieres hija, no puedes estar enamorada de ambos chicos—ella rodea los ojos al saber que eso era cierto —¿Y eso no se puede?—pregunta burlona y ambos se ríen Después de aquella plática su padre decidió dejarla descansar, esta logró dormir, ya que el medicamento la sedaba. Al día siguiente recibió la visita de su novio, quien le entregaba un enorme oso de peluche, Dania sonrió enamorado por tal halago. Ese día permanecieron juntos en la cama, viendo películas, con palomitas y algo de refresco, a Dania le entró la curiosidad de Bill —Oye Landon, ¿tú sabes de qué habló papá con Bill?—preguntaba mientras miraba la pantalla —Mmm más o menos él me platicó algo—su mirada estaba en la pantalla también —¿Y sobre qué?—ella ahora lo mira —De su retiro de la producción—habló de lo más tranquilo y Dania no podía creerlo, ¿por qué haría algo así?
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