El Arte de Amar ©

Capitulo 49

—Vaya, ya sabía que algo así pasaba—dijo con obviedad el chico para después irse

—Espera Owen, no es lo que crees—salió de la habitación Dania

—Mira bonita, no tienes por qué darme explicaciones, solo piensa bien lo que haces—le dio la espalda para así irse

—No le digas a papá—el chico solo se río y siguió caminando—¿Eso significa si?—aún grito antes de ver desaparecer a su amigo por las escaleras, ella regresó a la habitación

—Lamento si hice eso—dijo cabizbajo el ojiverde

—Tranquilo, es algo que yo quería hacer—dijo sonrojada

—¿De verdad? Bueno, eso me alegro aún más el día—dijo acariciando su mejilla

—Bueno, yo hablaré con mi padre de lo ocurrido—bajo la mirada

—¿Quieres que los dos lo hablemos?—levanta el mentón de la chica

—No.....no es necesario, yo puedo hacerlo—sonrió de lado

Salió de nuevo de la habitación del joven alto, pero primero fue a su habitación, sacó de su bolso su teléfono, miro que como fondo de pantalla tenía una foto donde está con Landon, él dándole un beso en la mejilla y ella sonriendo, sonrió de lado al recordar esa foto, sintió algo más en su bolso y era aquella cajita con el anillo de compromiso que este le iba a dar, soltó un suspiro evitando llorar de nuevo. Se preparó para ir con su padre que lo recibiría en el comedor

—Papi hermoso, ¿cómo estás? ¿Qué tal tu viaje?—corrió a abrazarlo por detrás

—Mi pequeña, qué alegría verte, a mí me fue de maravilla y ¿a ti?—el señor sonreía, pero Dania carraspeo

—Bien, de eso quiero hablar contigo, papá—Dania se sentó a un lado de su padre

—Buenos días, señor Speitzer—salió Bill encaminándose al comedor

—Joven Brunner, que gusto tenerlo en mi hogar, ¿a qué se debe su presencia visita?—el señor se había parado y estrechar manos con el ojiverde

—Estoy de visita en Pensilvania, pero me había encontrado a su hija en el aeropuerto y me invitó a venir, espero no molestarle—el ojiverde le guiño un ojo a Dania

—Para nada, eres bienvenido y espero que seas bien atendido—sonrió el señor a lo igual que Bill

—¿Ya empezaron sin mí?—preguntó Owen llegando al comedor

—No, aún no, toma asiento niño—decía el señor, había optado en que Owen era como su hijo

—Menos mal y bien, ¿qué pasa aquí? Te miro tensa Dania—cuestiono el chico, Dania lo miraba sería

—Eso lo hablaré más adelante Owen—ella finge una sonrisa

—Cuéntame hija, ¿a dónde fuiste de visita?—la mira muy sonriente

—Eh... fui a Japón—evitaba la mirada de su padre

—¿Japón? Vaya hija, eso fue irse muy lejos, ¿cuál fue el motivo?—sentía la mirada de los tres hombres

—Fui a ver a Landon—dijo en seco

—¿Landon? Ah, es verdad, no recordaba que el que me dijo que trabajaría allí, pero dime, ¿cómo está el muchacho?—su padre no borraba su sonrisa

—Él está bien papá—ella no esquivaba la mirada del mayor

—¿Qué sucede Dania?, estás muy extraña, de algo me querías hablar, ¿qué pasa?—el ahora se torna serio

—Owen, ¿crees que puedas ayudarme con algo?—cuestiono el ojiverde, sabía que Dania quería hablar a solas con su padre

—Pero yo quiero queda.....—no termino, ya que sintió la mirada seria del actor—Bien, vamos—dijo con disgusto, ambos chicos se fueron

—¿Qué pasa hija? ¿Todo bien con Landon?—él sujetaba su mano y vio que salían lágrimas de sus ojos

—No, papá, no está nada bien, le rompí el corazón por ser una idiota—dijo llorando, su padre jamás la había visto así

—¿Por qué lo dices mi amor?—él secaba sus lágrimas

—Él me iba a pedir que me casara con el papá, pero se enteró de que fui a NY con Bill, él no tiene la culpa, fue cosa mía—su expresión cambiaba—Fui a NY porque quería ver a Bill, necesitaba hacerlo—sus manos comenzaron a sudar

—¿Y qué pretendías Dania, al ir a NY? ¿Por qué hiciste eso?—el ahora sonaba muy molesto

—Porque me gusta papá, estoy enamorada de Bill desde hace mucho tiempo—aún lloraba

—¿Por qué seguiste con Landon? ¿Por qué jugar así con el hija?—trataba de calmarse

—Por idiota, él no se merecía esto, siempre se portó bien conmigo y jamás me falto al respeto, pero no sabía como actuar—su padre soltó un suspiro

—Y ¿ahora qué sigue? ¿Que acepte a Bill como tu novio?—ella lo mira

—No papá, eso será a su momento, quisiera poder hablar bien con Landon y pedirle disculpas—bajo la mirada

—Mira hija, este tipo de cosas son difíciles de borrar en nuestras vidas, no te voy a juzgar, yo cometí errores y de esos aprendes, solo encargarte esta vez de hacer bien las cosas—él le sonrió de lado—Espera a que él te busque hija—sus manos se entrelazaron

—¿Y si no lo hace papá?—pregunta con miedo

—Lo hará hija, porque él a pesar de todo te ama—ambos sonrieron—Ahora, ¿por cuánto tiempo se quedará el joven Brunner?—la chica se sonrojó

—No lo se papá, pero si quieres que se vaya yo le digo—el señor se rio ante eso

—No, hija, está bien, puede quedarse, pero no quiero enterarme de que hagan cosas prohibidas—Dania se sonrojó aún más

Después de esa plática, todos desayunaron bien, Owen comenzó a devorar todo lo que había a su paso. En cuanto al señor Speitzer se fue a firmar contratos con unos productores, Dania y Bill se quedaron en casa, sus planes eran descansar por un momento, ambos se encontraban en la sala viendo algo de televisión, Owen había salido con un chico, así que estos se quedaron solos. Mientras ambos veían la televisión, Dania se sentó junto a Bill, se recargó en él y se sentía a gusto, el tomo la mano de la chica

—¿Por qué lo usas?—pregunto el ojiverde al mirar en su dedo el anillo que Landon había comprado

—Es especial—dijo mirando el anillo, escucho un bufido del otro—Estás acaso celoso de qué.....—no termino de decir, ya que el teléfono de Bill vibro y era un mensaje—¿Quién es?—cuestiono Dania

—Es Landon—se miraron sorprendidos