El Arte de Amar ©

Capitulo 59

—¿Bill?—pregunta la chica sacándolo de sus pensamientos—¿Qué ocurrió? Te pusiste serio y tu mirada perdida—ella lo toma de la mano, pues en serio se miraba muy afectado

—Bueno, es que pensaba en tu empleo—intentaba sonreír, pero era inevitable poner cara triste, pensar en tenerla lejos por quien sabe cuánto tiempo, lo ponía mal

—Y ¿qué piensas de eso?—ella tiene un semblante neutral, se había percatado del semblante de su pareja

—Es tu decisión, nena, has lo que mejor te convenga—sonrió de lado, trataba de no verla tanto a los ojos

—Pero, quiero tu opinión Bill—él aprieta un poco su mano, no podía decirle nada malo

—Yo..... yo creo que deberías ir—sonrió un poco más, aunque por dentro le dolía

—¿En verdad mi cielo?—este asintió y ella lo abrazo—Bueno, haré unas llamadas, ¿sí?—habló la chica con una enorme sonrisa

—Si nena, está bien—ella corrió a su habitación y lo dejó en el sillón

Bill permanecía en el sillón sin mirar la televisión, sus brazos se apoyaron en las piernas de este, pensaba que al irse ella, le dolería, o más a un, encontrase allá a Landon, sabía perfectamente que ellos quedaron como amigos, pero el aún sentía cosas por ella, pero como decirle que no a su chica, cuando está se veía muy feliz, era algo que a ella le gustaba, no iba a hacerla perder una oportunidad, no quería arruinarle su momento

Dania había ido a la habitación, realizo llamadas a Japón para reservar una cita y un hotel para irse enseguida, estaba muy emocionada, aunque no se había fijado, ¿qué pasaría con Bill? Él no podría ir con ella por su trabajo, jamás imagino en eso, se dejó llevar su gran emoción, esto la hacía sentir mal, lo único que podía hacer era pedirle un consejo a su buen amigo Owen, él solamente le podría decir que hacer

*Llamada entrante*

—Mi hermosa mujercita, que bueno saber de ti—hablo Owen contento

—Owen, mi mejor amigo, también es bueno saber de ti—dijo algo desanimada

—¿Cómo te ha ido preciosa?—cuestiona el joven amigo

—Bien, de todo, en primera conocí a Avan Larson—un grito aturdió el oído de Dania

—Joder, ¿de verdad? Y ¿qué tal está? ¿Se ve sexy? ¿Y su trasero?—Dania se río de eso

—Basta Owen, todo bien, es un chico estupendo, pero hay algo más importante que decirte—su tono de voz cambio

—¿Qué sucedió?—cuestiona Owen

—Me ofrecieron empleo en Japón y acepte ir—un silencio se hizo presente

—¿Qué? Y Bill, ¿qué opinó?

—Mmm dijo que si

—¿Acaso eres ciega? Dania, él está más que dolido si te vas lejos de él, sé que tienes derecho a trabajar, pero ustedes acaban de comenzar su relación como para, ¿separarse?

—Es que él dijo que si

—Lo hizo porque de seguro te vio feliz, yo creo que debes primero hablar con él, perdón que corte la llamada mi niña, pero estoy en el trabajo, te habló después, te quiero

—Bien Owen, yo también te quiero

*Fin de llamada*

Era cierto lo que su amigo decía, tenía que hablar con Bill y buscar otro empleo, ellos estaban empezando algo juntos, el hecho de que ella se mudara a Japón, sería lamentable para los dos, además lo que no le agradaba mucho a Bill, es que estando en Japón, ella y Landon podían encontrarse, ella notaba la tristeza en los ojos de Bill. Camino a él y aún estaba en el sofá con una mirada neutral, él la miro y sonrió un poco, no quería verse triste frente a ella, pero era inevitable

—Hey—dijo la chica sentándose en las piernas del ojiverde quedando frente a él

—Hey—dijo el chico suspirando, mostrando una sonrisa fingida

—Sabes, pensé en algo—dijo Dania enredando sus manos en el cuello del chico

—¿En qué mi amor?—pregunta curioso

—Me quiero quedar a tu lado Bill, no podría separarme de ti, eres lo más bello que tengo y eres mi mundo—dijo sin titubeos

—¿Podrías permitirme un momento nena?—este la tomó de los brazos y la hizo a un lado, corrió hacia la escalera y fue a su habitación, duro unos minutos

—Vaya, creo que lo que le dije le incomodó—dijo en voz baja, vio bajar al ojiverde—¿Que paso cielo?—pregunta la chica y él se sienta de nuevo

—No, no es nada, Dania, me gusto que me dijeras eso—se sonrojó—Ahora yo quiero decirte algo—él la tomó de las manos y beso sus nudillos

—¿Qué pasa? Nada de querer tener sexo eh—el ojiverde se rio y negó

—Nada de eso nena—acarició su mejilla—Eres una chica especial, tan diferente a otras, con tu belleza y sencillez lograste conquistar mi corazón, ahora no podría vivir sin ti, porque mi mundo se derrumbaría si te tengo lejos, desde aquella vez que cruzamos miradas, tiraste ese café en mí, sentí que eras tu, tu y nadie más—ella sonrió, pudo sentir un nudo en su garganta

—Eres un cursi hermoso, el cual amo—ella limpió unas lágrimas que salieron por alegría

—Tú me provocas serlo—sonrió y la beso en los labios, se hincó y tomó la mano de Dania

—¿Qué haces?—pregunta divertida Dania

—Te amo demasiado Dania y sé que estaremos juntos por siempre, así que......—metió su mano a su bolsillo—¿Te quieres casar conmigo mi amor?—dijo con una sonrisa hermosa, mostrándole un anillo enorme con un perfecto diamante