—Cuando era una bebé querías combatirla y tú padre dijo que la podrías enfrentar cuando pudiese defenderse sola —le recuerda. —Era un niño, no sabía lo que estaba diciendo —explica alterado. —Cobarde de niño y ahora de adulto también —se burla Hazel. —Mira niñita… —Hazel lo interrumpe. —¿Qué? ¿Me estás diciendo que no soy capaz? —Se acerca amenazadoramente y atrapa las manos de Apolo en una maniobra—. Con más razón debes pelear con una chica, ella puede ser tu distracción para atacarte, tal vez no podamos ser muy fuertes como ustedes, pero somos habilidosas e inteligentes. —Lo alza y lo tira al suelo. —¿Con que esas tenemos? Pues bien, peleamos. —Se la quita de encima y comienzan a pelear. Apolo solo pensaba en destruir, mientras que Hazel calculaba su ataques para defenderse. Apolo