Los tres salen del castillo y se montan en sus caballos para llegar a tiempo a la cabaña del maestro, una vez que llegaron, no duraron en llegar rápido hasta donde está ella. Cuando entran a la habitación de Hazel, ella se encontraba grave con los ojos cerrados mientras que su cuerpo no paraba de sudar, tenia mucha fiebre. —¡Mi amor! —Apolo ve tras ella, pero Racdon lo detiene. —Si la tocas, vas a morir —le advierte. —¿Qué? No entiendo, ¡Que alguien me explique! Por favor padre, tu mismo lo dijiste, es mi prometida, ¿Por qué no sé nada de esto? —Mira a Hazel muy angustiado. —Porque solo hasta hoy te has vuelto su prometido y te ha importado su vida, yo sabía que tu la ignorabas y sabía porque lo hacías, por eso insistí en que hablaras con ella, por eso fingí que no la ignorabas, así me