CAPÍTULO CATORCE Darius levantaba su mazo con las dos manos y lo bajaba con fuerza, rompiendo un canto rodado a trocitos bajo el sol de otra brillante y calurosa mañana en el Imperio. Rodeado por todos sus amigos en los polvorientos campos de trabajo, sentía cómo el sudor de su frente caía hasta sus ojos, pero no se molestaba en secársela. En cambio, levantaba el mazo y gruñía mientras golpeaba otra piedra. Y otra. Darius revivía en su mente, una y otra vez, los acontecimientos del día anterior, por su cabeza pasaban imágenes rápidas. Estaba confundido y frustrado cuando pensaba en Loti. ¿Por qué había reaccionado de esa manera? ¿No había una parte de ella que estaba agradecida? ¿Cómo se lo había hecho para convertir sus actos heroicos en algo de lo que él debía avergonzarse? ¿De verdad