Me aburría estar en casa sin nada que hacer. Había leído un libro, intentado ver una serie, pero no podía dejar de pensar en él. Así que decidí entrar en su estudio para verlo trabajar. La habitación estaba iluminada por los grandes ventanales que tenía, y Darko se encontraba absorto en su trabajo frente a su laptop. Su ceño fruncido y sus dedos ágiles que se movían sobre el teclado mostraban que estaba concentrado. — Oh, I love it and I hate it at the same time —susurré, mientras movía mis pies una y otra vez—. Oh, I love it and I hate it at the same time… Oh, I love it and I hate it at the same time… Oh, I love it and I hate it at the… —¡Basta! —Me sobresalté ante el grito de mi esposo—. Llevas toda una hora sentada murmurando lo mismo una y otra vez, ¿acaso no te sabes la maldita canc