Jay se sintió nervioso y emocionado al mismo tiempo después de escuchar el desafío de ECHO. Sabía que sería un desafío difícil, pero también sabía que era una oportunidad para demostrar su valentía y habilidad.
Después de pensarlo un momento, Jay decidió aceptar el desafío. Se dirigió a Kanaq y le explicó la situación.
"Kanaq, ECHO me ha dado un desafío", dijo Jay. "Debo liderar un grupo de guerreros y acabar con la tribu del Homo rudolfensis".
Kanaq se sintió sorprendido, pero luego asintió. "Entiendo", dijo. "Esa tribu ha estado atacando a nuestra tribu durante mucho tiempo. Es hora de que tomemos medidas".
Kanaq llamó a varios guerreros de la tribu y les explicó la situación. Los guerreros se mostraron dispuestos a luchar y a seguir a Jay en la batalla.
Jay se sintió aliviado y emocionado al mismo tiempo. Sabía que tenía un equipo de guerreros valientes y habilidosos que lo apoyarían en la batalla.
Durante los siguientes días, Jay y su equipo se prepararon para la batalla. Practicaron sus habilidades de lucha y de estrategia, y se aseguraron de que estuvieran listos para cualquier cosa que pudiera suceder.
Mientras se preparaban, Jay también se dio cuenta de que necesitaba mejorar sus habilidades de liderazgo. Sabía que sería el líder de su equipo en la batalla, y quería asegurarse de que estuviera listo para tomar decisiones importantes y liderar a su equipo con confianza.
Así que Jay se dedicó a estudiar y a practicar sus habilidades de liderazgo. Leyó libros y habló con Kanaq y otros líderes de la tribu para aprender de sus experiencias y consejos.
Después de varios días de preparación, Jay se sintió listo para la batalla. Sabía que sería un desafío difícil, pero también sabía que estaba listo para liderar a su equipo y derrotar a la tribu del Homo rudolfensis.
"Estoy listo", dijo Jay a Kanaq y a su equipo. "Vamos a derrotar a la tribu del Homo rudolfensis y demostrar nuestra valentía y habilidad".
Kanaq y el equipo de Jay asintieron y se prepararon para la batalla.