Día de la Boda.
Nochebuena.
Nueve de la mañana... faltando horas para el desastre.
Todavía no había encontrado el momento perfecto para poder hablar de la boda con Ada. Más que todo la fecha de nuestra boda. Solo estoy omitiendo una pequeña información poco necesaria porque no fui partícipe de esto.
—¿Hablaste con mi hermana anoche? —Alessandro me ve con algo de nerviosismo, íbamos a buscar nuestros trajes para la boda—. ¿Está molesta conmigo por mi boda todavía?
Ella es una mujer frágil, pero nadie quiere entenderlo.
—Sabes perfectamente por los guardaespaldas que estuve en el departamento de tu hermana ayer —lo miro obvio.
—Jódete, Fabrizio —responde haciéndome reír.
—Ella no está molesta contigo… no del todo, pero si está dolida, hombre. ¿Por qué tienes que ser así con
