Harry Stone
Sentí su suave aliento contra mi pecho. Eran más de las dos de la madrugada y Vicky estaba dormida contra mi pecho. Estaba tan silenciosa, pero se podían oír sus suaves soplos contra mi cuerpo. Sólo ese pequeño punto de mi pecho estaba extra caliente, debido a su aliento. Sus manos estaban apoyadas despreocupadamente en mi pecho, y la manta seguía envolviéndonos a los dos.
La lluvia seguía cayendo del cielo y el salón estaba casi a oscuras. Todavía entraba una pequeña cantidad de luz por la ventana, ya que las cortinas no estaban cerradas del todo. Me apoyé con la cabeza en el sofá, pero no era tan cómodo. Y apuesto a que Vicky se iba a despertar con dolor en el cuello, si seguía acostada así.
Así que la desperté con cuidado. De sus labios salían suaves gemidos, y sonreí al
