NARRA IAN Me subí en la báscula, y no fui capaz de mirar mi peso. Sabía que había aumentado. Y la sola cara que hizo el doctor me lo dijo todo. -83 kilos Ian, estás pasado 3 kilos – dijo el doctor, tecleando en su computadora para dejar el registro en mi historial – te remitiré con el nutricionista. -Que no sea con Howard…- dije, refiriéndome al nutricionista del equipo masculino – que sea con Claire. -Sabes que no puedo hacer eso…ella trabaja exclusivamente para el equipo femenino – dijo con severidad y no insistí más. Sabía que en el club había reglamentos que cumplir. Y que yo sea el hijo de los jefes no significaba que yo tuviera el derecho de romper esas reglas y hacer que otros también las rompan. Fui entonces a la oficina del nutricionista del equipo, el cual me conocía desd