NARRA JEREMY
-¡Ah! ¡Puta mierda! – grité apenas ingresé a mi departamento, dándole un fuerte puño a la pared, casi que rompiéndome la mano con esa acción.
Tras seis largos años, pude tener a Bella frente a frente, tal y como había ansiado yo, y me imaginé en todos estos años que en nuestro reencuentro pasaría de todo, menos que ella me diera una bofetada y luego me diera la espalda y se fuera, así, sin más.
Me llegué incluso a soñar que nuestro reencuentro sería muy romántico. Que apenas nos viéramos, correríamos hacia el otro así tipo película dramática de Hollywood y nos fundiríamos en un pasional beso, pero eso no fue lo que pasó.
Podría ahogar mis penas como siempre solía hacer. Podía llamar a un par de damas de compañía y tener una pasional noche con ellas. Pero no. Pensando e
