Yannick no trató de controlar las hormonas, ella lloró todo lo que pudo y se dejó mimar por Vik hasta que el sueño le ganó y cayó en cómo como Vikram dice. La observó dormir por horas, pero el hambre ya le estaba ganando, así que decidió levantarse y salir de la habitación. Esko quien iba llegando de la piscina, detuvo sus pasos en cuanto vio a su amigo saliendo de la habitación, no sabía que habían llegado. Vik enarcó una ceja por esa mirada, sin duda es un chismoso cuando quiere. ―Está dormida y yo muero de hambre. ―Se encogió de hombros. ―¿Me esperas? Solo debo cambiarme, también tengo hambre. ―Vik asintió, será bueno comer acompañado y la verdad no sabe si puede quedarse callado sin contar todo lo que le pasó. Como un loco, inició a sonreír solo, recordando las palabras de Yannick,