Nunca dudé que Yanes y los otros chicos rescataran a Ana Julia. Era casi imposible que sucediera. La zona donde tenemos la pista de aterrizaje clandestina está tan internada en el bosque que pocas personas sabemos de ella., alrededor no hay más que árboles, maleza muerta y animales salvajes, pequeños pero salvajes, tan letales como las dos mujeres a las que Aleskey les está temiendo ahora, a Iliang y a Ingrid.
Pensando en ellas, aquí voy con ella de regreso a la casa donde nos estamos escondiendo.
Decido no darle importancia al revuelo que Aleskey y los chicos pretenden hacer ver de mi decisión de traerme a la muñequita, miro por la ventana de mi lado mientras el jeep avanza por el camino rocoso.
Cierto que no he sido sutil al abordarla. Reconozco que llegué a su vida a al fuerza y del
