Me cuesta hablar de mi vida personal. No hablo de mi con ninguna persona. Mi vida, para algunas personas es un misterio. Lo prefiero así. Mejor mantener a las personas en la incertidumbre de saber quién o cómo soy en realidad. No sé por qué razón me siento necesitado de compartir con ella una decisión que aunque no es determinante en mí vida si pudiera darle a ella una visión diferente del desastre de hombre que soy. No me entiendo. —Anthoni —La vi que suspiró y habló con voz pausada. Esta vez acomodé la silla para enfocar mi mirada en sus ojos con la intención de que me mire fijamente y me diga lo que fuera, percibí que era algo importante—. Nadie puede supeditar su vida a la de otro. No es sano. Si piensas hacer algo, hazlo por ti. Como te dije, no estoy interesada en ti ni en ningún