ANNA Los siguientes dos días Alexander pasa poco tiempo en casa, cuando está duerme a mi lado, pero no habla más que dos o tres palabras, su conversación se basa en saber si estamos bien o necesitamos algo, sí, habla en plural pues se refiere al bebé y a mí. Me despierto y lo veo parado frente a la ventana, viendo el cielo, trato de empezar la conversación que tenemos pendiente, pero mis palabras no salen. Él voltea al verme en el reflejo, empieza a hablar sin mostrar emociones. - Hoy voy a hablar con Laura, le diré la verdad. No puedo engañarla más, no puedo dejar que mi hijo se crie sin padre… o sin su madre - respira profundo, se da la vuelta por completo y me mira directo a los ojos, su voz es fría, lejana, lo cual me provoca dudas - ¿Es cierto lo que dijiste la otra noche?… q