ALEXANDER Salí temprano para ir a sorprender a Laura antes de su viaje, pero no me contestó y en su casa no hay nadie. Al parecer se ha ido sin despedirse… otra vez. Golpeo el volante con frustración mientras respiro para calmarme, al final decido ir a mi casa, no estoy de humor para soportar a nadie. Avisé que no llegaría a dormir así que los empleados ya debieron retirarse y me dejaron sin comida, me enojó más, entro pensando en qué pedir para cenar cuando siento un olor delicioso viniendo de la cocina. Dirijo mis pasos hasta allá y me topo con el cuadro más irreal que pude imaginar, la loca esa está bailando en pijama mientras cocina. Lleva audífonos por lo que no debió escuchar la puerta, y por la concentración en lo que hace mi presencia pasa desapercibida. Sonrío como idiota, es