La noche en Moscú era tan fría como el corazón de Aleksei Ivanov. Las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia mientras él permanecía de pie frente al ataúd de su padre, el hombre que había moldeado cada aspecto de su vida, y ahora yacía inerte.
Aleksei no derramó ninguna lagrima, no mostró dolor, su mirada, de un ámbar intenso se mantuvo fija, mientras su rostro se mantenía inexpresivo. Él era el heredero de uno de los imperios de la mafia más poderosos de Rusia. El nuevo pakhan de la bratva.
Y en ese momento observaba con atención el ataúd donde descansaba su padre.
Aleksei dio un último vistazo y con su voz gruesa dijo: —Entiérrenlo.
Sus hombres, vestidos de n***o y con las manos enguantadas en cuero, procedieron a acatar su orden, mientras Aleksei dejaba el cementerio atrás y caminaba hacia la limusina que lo llevaría de regreso a la mansión Ivanov.
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Una semana después
Aleksei caminó hasta el bar en su mansión, abrió la puerta de cristal en la cava de madera oscura y tomó del fondo una botella de Russo-Baltique, su elección favorita de vodka. Mientras servía un vaso del helado y costoso licor, Dmitry Antonov, su hombre de confianza y mano derecha dentro de la bratva, entró en la sala. Con una apariencia imponente, vestido de n***o y su cabello largo atado a una coleta, Dmitry observó a Aleksei.
—La operación y el resto de nuestras actividades están bajo control. Pero... —Dmitry hizo una pausa—. Pero la situación es complicada. La noticia de la muerte de tu padre ha generado incertidumbre —agregó con incomodidad.
La muerte de Sergei Ivanov había ocurrido en un atentado, donde otras organizaciones estuvieron presentes. Un atentado lo suficientemente organizado para no exhibir a los culpables, pero dejando a muchos sospechosos.
Aleksei tomó un trago largo del vodka, dejando que el licor raspars su garganta, disipara momentáneamente el frío en su interior. Con un movimiento fluido, colocó el vaso sobre la barra de mármol, manteniendo su expresión implacable, su temple se notaba más duro que nunca.
—Hazte cargo de todo —ordenó Aleksei sin inmutarse—. Esta misma noche saldré de viaje —avisó divertido con la expresión confusa de su amigo.
Dmitry lo miró con incredulidad, hace unos días acababan de enterrar a su padre y Aleksei ya estaba planeando salir de viaje.
—¿A dónde vas? —preguntó Dmitry frunciendo el ceño. La mirada de Aleksei se intensificó cuando tomó un nuevo trago terminando con el licor que reposaba en el vaso.
—A conocer a mi prometida —declaró con naturalidad.
El pacto entre la mafia rusa y la mafia de Nueva York había sido orquestado por el padre de Aleksei, desde hace muchos años. Una alianza destinada a fortalecer su poder en ambos continentes, mismo pacto que se sellaría con un compromiso entre Aleksei Ivanov y Nyx Brown, la enigmática hija del líder de la mafia neoyorkina.
La muerte de Sergei Ivanov no había cambiado los planes. Aleksei estaba dispuesto a viajar y regresar con la mujer que se convertiría en su esposa.
El compromiso se llevaría a cabo como su padre y Michele Brown lo habían acordado. Más aún, cuando los familiares de su prometida estaban dentro de los posibles culpables.
Dmitry asintió con la cabeza, sabiendo que esa alianza no era del todo segura, en ese momento ninguna mafia era confiable.
—¿Estas seguro? —preguntó, aunque conocía la respuesta. —Más que nunca —dictaminó Aleksei, decidido a casarse con la joven.
Aleksei no la deseaba, a él no le importaba tener una esposa. Pero si los Brown eran responsables de la muerte de su padre. Los quería cerca ¿y que mejor que tener a su preciada hija en sus manos?
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NOTA DE AUTOR:
Esta historia es completamente +21 todos los personajes son de moral cuestionable. El contenido sexu∆l es explícito y puede ser cuestionable. Si aún con la advertencia desean continuar, les doy la bienvenida a esta nueva historia, agradeciendo infinitamente que estén aquí. No se olviden de comentar. Espero que se enamoren de este nuevo villano irresistible. Pronto comenzaremos con actualizaciones diarias. L@s leo