— Adivina ¿quién volara en un avión privado y conocerá Italia por primera vez? – dijo Vincent con voz chillona mientras estaba en la tina con su hija. – Así es, tú mi amor, iremos a Italia a la boda del tío Enzo. Si te portas bien puede que veamos al tío Enzo matar a alguien - susurro mientras sonreía divertido. – Mi dulce niña, eres mi tesoro más grande, te amo – dijo dándole un beso en la frente. De pronto la puerta del baño se abrió, dejando ver a una Astrid totalmente agitada, Vincent frunció el ceño al verlo de ese modo. — ¿Qué te pasa? — No encuentro los pasaportes ¿donde están? ¿Todavía están en la tina? Salimos en una hora para el aeropuerto Vincent. — Oye mamá oso, calmate, los pasaportes ya los puse en mi maleta porque tú los perdiste dos veces en la casa – la miró – Y ya v