Negar que le gustaba Astrid era algo que ya no evitaba, realmente sonreír cada que escuchaba su nombre o pensaba en ella. Se siente un adolescente y la verdad le gusta. Está emocionado por la cita de esa noche, la última vez que se sintió de esa manera fue con Isabella. Es cierto que ella estaba dentro de su mundo y se conocieron en circunstancias poco favorables, fue amor a primera vista, había quedado completamente enamorado de ella y aunque jamás estuvieron juntos de ninguna manera, su amor era puro. Con Astrid es distinto. Sabía perfectamente quién era ella cuando la vio en aquella fiesta de etiqueta, se le hizo muy hermosa no lo duda y cuando la vio solo en el estacionamiento, huyendo como él de todo el alboroto, hipocresía y falsedad, algo dentro de él despertó. Los dos escapaban