—Te lo suplico, no me mates por favor. Vincent miraba a la chica de al menos 20 años, de rodillas, con el maquillaje corrido de tanto llorar, rodeada de cuerpos descuartizados, suplicando por su vida. —Tu vida vale mucho para mí - habló el rubio, mientras se ponía sus guantes. - Sé bien que te compraron, sé bien quien eres y créeme que te liberaría de está vida banal y vacía que tienes, pero por desgracia eres mi llamada de atención con tu cliente principal, el Alcalde. —Por favor, no me lastimes, juro no decir nada. —En verdad lo siento mucho Katrina. Katrina era la prostituta favorita y exclusiva de John, le pagaba todo lo que necesitara, le dio un gran pent house, tenía un BMW nuevo, esa chica sacaba mucho provecho del Alcalde y sabe bien que perderla lo hará flaquear. Además qu