"¿Ah?" Xu Yinuan se avergonzó. Miró a Gu Hanzhou atónita y vio que él afirmó con la cabeza tranquilamente.
"Por supuesto."
Gu Hanzhou respondió de una manera bastante natural, sin pestañear.
Xu Yinuan le dio un pulgar en secreto. En comparación con ella, cuyas piernas estaban temblando, él era un hombre con mucho valor e inteligencia psicológica.
El señor Gu sonrió y asintió, tenía una mirada pícara y penetrante.
En realidad, era demasiado sabio para dejarse engañar y había venido para ayudarlos a que su relación triunfe.
Gu Hanzhou y Xu Yinuan se dirigieron a la habitación. Poco después de cerrar la puerta, entró el tío An y se llevó todos los edredones, excepto el de la cama.
El Señor Gu se paró en la puerta, observó la habitación y sonrió cuando vio que solo había
