Habían pasado ya cinco largos años desde que Derek se fue dejando no solo a su manada sino que también a su compañero, aquel niño tan lindo que solo sabía regalar felicidad, un pequeño solecito que se había opacado hace cinco años. Después de todo este tiempo al fin el chico de 21 años había decidido regresar al pueblo. Un hermoso camaro n***o se estaciono frente a la mansión, quien recibió al joven fue Laura. La mujer con ahora 24 años trabajaba junto con su prometido en la comisaria. - Hola Lau – le saludó Derek con una ligera sonrisa adornando su rostro - Es bueno verte hermanito. – ambos entraron a la mansión – Mamá está con Deaton, papá y tío Peter fueron al supermercado y los demás están en el instituto - ¿Cómo ha estado él? – preguntó Derek de manera seria pero su herman