Dylan se removió a la mitad de la noche sintiéndose demasiado calientito, no se quejaba pero era extraño, en los últimos años realmente no podía entrar en calor. Al abrir los ojos se encontró con un Tyler profundamente dormido mientras se aferraba a él como si fuera a escaparse, no pudo evitar sonreír y acercar su mano a la mejilla del alfa acariciándola con cariño. - Duerme – le dijo Tyler aún con los ojos cerrados atrayendo más a su cuerpo al castaño - Gracias por seguir a mi lado Tyler abrió los ojos viendo a su castaño, quien sonreía de manera ligera, a veces no podía creer que Dylan tuviera 26 años, era demasiado tierno aunque debía admitir que le gustaba verlo como agente del FBI con su entrenamiento de cazador. Recuerda que lo conoció cuando era un adolescente torpe pero mucho