(Advertencia, este capítulo contiene violencia extrema, leer bajo su propio riesgo y no reportar)
(Mayo 17, 2017, Los Ángeles, California.)
(Victoria Ángel Ivanna Jhons)
Al verme salir mis chicos pusieron atención pues ya esperaban ordenes, mientras tanto me pongo el saco sobre el chaleco y dejo ver mis armas a las piernas.
Veo llegar a Legión quien junto con Leviatán y Baltazar ponían todo frente al banco, Irina y Sakura estaban preparadas y cerca.
Terminan de poner la comida y las bebidas frente al banco y veo a Legión y Leviatán se ponen frente a los alimentos entre los policías y la comida.
Yo avanzo hasta la puerta y toco con los nudillo, veo a un hombre alto y mal encarado con una barba larga asomar la cabeza y señalar mis pistolas las cuales me quito y entrego a Legión tras llamarlo.
Vuelvo con las manos arriba y veo al hombre sonreír, el abre la puerta y pregunta
-Tu eres ángel?
-Si señor, soy Ángel, puedo meter los alimentos? Podría ver al herido por favor, los caballeros se lo llevaran.- le digo sonriendo y sin esperar a que el hombre diga nada me volteo y les digo a Irina y Sakura
-Me ayudan señoritas?- ellas se acercan con las manos en alto y muestran que no están armadas y comienzan a levantar las cubetas de carne asada y la bolsa con los platos y servilletas y demás acompañamientos
Dos de los hombres del banco saco al herido y lo entregan a Legión y al volver uno levanto uno de los veinticuatros de refrescos y el otro lo hizo con el agua. Vi como el hombre hizo que dejaran todo dentro y salieran por lo demás.
Cuando estos entraron, los seguimos y así de fácil estábamos dentro del banco, las tres llevábamos mini cámaras para que el equipo viera lo que había dentro del banco.
Pusimos todo en un escritorio y lo abrimos para que vieran que era verdadera comida y no otra cosa.
-Segura que la comida no está drogada o envenenada?- pregunto uno de los asaltantes
-Claro que no, escoja un paquete, se acaban de comprar.- le respondo
-Abre este.- dijo señalando una de las cubetas de costillas
La abro y sacando una costilla me la llevo a la boca y comienzo a comerla y simplemente les digo
-Deliciosas, no van a comer? puedo servirle a los rehenes?
-Sírvenos y sírveles linda!- dijo el hombre barbudo que al parecer era el jefe.
Rápidamente Irina toma una de las pizzas y comienza a ofrecerla a los rehenes, mientras Sakura y yo servimos tres costillas por plato para los asaltantes y también para los rehenes quienes tenían hambre y sed, además del miedo atenazador por la situación en la que estaban; luego de servirles les dimos los refrescos o agua según deseaban, los asaltantes nunca nos dejaron de observar.
Cuando terminamos nos paramos a un lado observando a todos, en cuento pudimos nos alistamos para atacar.
No llevábamos armas de fuego, pero no se preocuparon por revisar que no lleváramos armas blancas.
La primera en actuar fue Sakura que al estar algo atrás cubierta por nosotras y la mesa con la comida, pudo atacar dejando fuera de combate a uno de los asaltantes al lesionarle la mano derecha con una púa larga arrojadiza.
Solo segundos después ataco a dos más, esto puso en alerta a los demás que se movieron dejando de prestar atención a todo lo demás buscando al atacante. Pues al no perdernos de vista no podían dudar de nosotras. Error.
Eso nos dio tiempo para atacar a mano limpia, ellos eran hombres y eran diez, pero no contaban con que nosotras tres atacáramos con bastones extensibles, por lo que con un golpe los podíamos desarmar y con otro los podíamos lesionar, cada una de nosotras llevaba dos de ellos.
Obviamente el que Sakura fuese una ninja la hacía muy rápida y certera.
Nos tomó solo unos minutos dejar fuera de combate a los asaltantes, procediendo a esposarlos con las correas plásticas que llevábamos con nosotras.
Lo primero que hicimos fue tranquilizar a los rehenes mientras Sakura iba por los demonios, estos se encargarían de los asaltantes mientras que los oficiales de policía, se acercaron para ayudar, de inmediato los servicios de emergencias entraron en acción, para atender a los rehenes.
Poco después los demonios salían llevando a los asaltantes, vi como Vito llevaba la comida a donde los rehenes estaban reunidos a fin de que comieran, ya podrían hacer sus declaraciones una vez que se tranquilizaran y alimentaran.
-Qué demonios fue eso?- se arriesgó a que tuvieran tres rehenes más!- me grito el hombre de SWAT, lo que me molesto
-No me grite, que no estoy sorda.- le digo viendo como Sakura se acerca, ya recupero sus katanas y su daga, Irina trae ya sus armas y las mías, pero el verdadero peligro son Aldo y Vito que traen cara de querer matar al primero que se les atraviese y para su mala suerte, ese fue el Comandante del equipo SWAT
-Es usted una estúpida, quien le enseño a negociar las liberaciones de rehenes, pudo perderlos a todos.- dijo el negociador molesto. Otro que se alista como futuro saco de golpeo de Aldo y Vito.
-Miren caballeros, será mejor que le bajen la espuma a su chocolate, tuvieron por ocho horas a los rehenes en manos de esos asaltantes y a mí me tomo una hora liberarlos, cual es el problema? Les recuerdo que el rehén herido fue durante su posesión del caso.
-Déjese de tonterías, explíquese qué demonios fue eso.- grito el Comandante de SWAT trayendo con eso dos consecuencias.
La primera que Aldo y Vito se enojaran y los sujetaran tanto al Comandante del SWAT como al negociador de la parte trasera del cuello, casi al tiempo que sucede la segunda.
En este caso Sakura, saco su katana larga y la puso en el cuello de ambos hombres que en ese momento se encontraban uno a lado del otro sin poder moverse, gracias a Aldo y Vito
-Está loca amenazando a un m*****o del equipo de SWAT?.-pregunto el Comandante del equipo de SWAT.
-Silencio, usted, un inútil plebeyo le ha faltado al respeto a mi señora.- dijo Sakura enojada
-Sakura detente, Aldo y Vito déjenlos, nosotros terminamos aquí, nos vamos. Señores les hare llegar un reporte de lo ocurrido
Voy hacia los chicos maravilla que tienen todo gravado, al saber que ya nos vamos, comenzaron a recoger sus juguetes y demás equipo.
Para las ocho de la noche estábamos despegando y nos esperaba un largo vuelo por delante. A media noche recibo una llamada de Alex.
-Bueno Alex?
-Donde demonios estas?- diablos, se escucha molesto
-En el avión, rumbo a Jacksonville- le respondo
-Porque no me avisaste que saldrías?- pero vaya que es mi trabajo
-Fue una emergencia, un asalto bancario con rehenes, me creerías si te digo que ni SWAT ni el negociador de la policía habían logrado nada tras ocho horas?
-Pero Ángel eso es un asunto doméstico, no tenías que intervenir!
-Alex eran treinta y ocho rehenes y solo me tomo una hora liberarlos, claro que me tomo poco más de siete horas llegar y ahora serán otras siete y cuarto para regresar.
-Quieres decir que llegaras a qué hora?
-Pues pasadas las tres de la mañana.
-No dormirás casi nada
-Pues sí, pero mañana me puedo levantar tarde!
-Estan tus niñeros contigo?
-Aldo, Vito, Irina, Sakura y Fred, también todos los demonios y mis chicos maravilla
-Vaya el equipo al completo, oye quien es Sakura?
-Ah ella es Amara, es una maestra del Nin jit su y la envió el Sheij para que fuera una Faisal, era eso o sentenciarla por faltar a la moral según el Corán!
-Pero porque la llamaste Sakura?
-Porque ese es el nombre que le dio su maestro cuando se convirtió en ninja, ella es Himura Sakura del Clan Himura.
-Ah ya. Bien te estaré esperando en la pista pues llegaras directo a la cama, has comido?
-Si antes de partir compramos costillas asadas para llevar y también salchichas y guacamole así que ya cenamos todos.
-Bien te estaré esperando
-Si Alex.- cuelgo la llamada y me acomodo lo mejor que puedo pues me siento cansada, estos días han sido muy tranquilos pero a la vez cansados por ir de un lado a otro.
Siento como alguien me abraza y cuando abro los ojos veo a Aldo que se ha sentado a mi lado de tal forma que pueda recargarme en su pecho mientras me sostiene y le escucho decir.
-Es hora de dormir Ángel, yo te cuido.
-Gracias Aldo.
Varias horas después, siento como la brisa me da en la cara, por lo que me acomodo y abro los ojos
-Tranquila amor, ya te llevo a casa.- me dice Alex mientras me acomoda en su camioneta y me pone el cinturón de seguridad.
Momentos después estábamos en casa y con ayuda DE Alex me cambie de ropa poniéndome mi pijama esta vez una camiseta larga.
A la mañana siguiente, Alex estaba ahí cuando desperté, acompañado de mis queridos niñeros, eran pasadas las diez de la mañana y estaban preocupados pues según escuche al acercarme al comedor, ni siquiera el corneta de ordenes había logrado despertarme, por lo que les digo al entrar
-Es que una chica no puede tener su sueño de belleza sin alarmar a nadie?
-Claro que sí, pero estos señores ya ven enemigos en cada esquina.- dice Sophía sonriendo
-Nana tengo hambre.- le digo sentándome a la mesa frente a los tres hombres que solo me miran.
En eso se escucha el timbre y Vito va a abrir regresando con Fred y Leviatán.
-Saben acaso que pasa? Es raro que Ángel no esté temprano en la oficina tras un operativo como el de ayer.- entra diciendo Fred que al verme abre los ojos con asombro y dice
-Cielos, que te paso?
-A mí nada, porque lo preguntas?- le pregunto a su vez
-Niña tu aspecto es terrible, estas segura que ayer no te ataco alguien?- me dice y lo veo acercarse a Alex.
-Fred.- le llamo; pero el me ignora y sigue hablando
-Coronel espero que no se hayan puesto a entrenar porque creo que se le paso la mano…
-FRED.- vuelvo a llamar, mientras todos lo ven sonriendo, pero Fred me ignora y sigue su perorata.
-Mire nada más, la dejaron como trepadero de mapache.
-LEGIÓN.- le grito y por fin me ve, mientras todos pierden la sonrisa.
-Fred, te recomiendo que corras.- le dijo Alex al ver mi rostro, ya que yo estaba mirando directamente a Fred.
Cuando me levanto de mi asiento y comienzo a estrujar mis puños, haciendo tronar mis nudillos, Aldo se levanta serio y dijo
-Agente, yo que usted correría por mi vida, Ángel esta que echa humo.
-Ángel, tranquila niña, mira que en serio te vez fatal.
-Legión, no estas mejorando tu situación.- le digo
Veo a Alex venir hacia mí y abrazarme desde atrás diciendo
-No te enojes, sabes que bromea, además es uno de tus principales apoyos.- y me da un beso
-Bien, yo no le voy a pegar, pero será mejor que corra.- le digo
Todos me ven sin comprender hasta que llamo
-Oso ven con mamá.- entonces se escuchan las pesadas pisadas de mi cachorro.
Veo a Fred mirarme con sorpresa y dice
-Ángel no lo harás verdad, tu perro me hará pedazos.
-Sera mejor que corras; oso, pequeñín quieres jugar? Si? Mami te dejara salir a jugar con Fred, a él mi bebe.- el perro voltea a ver a Fred y solo le escuchamos decir
-Oso, lindo perrito, quieres jugar? Te gustan los dulces?.- mientras caminaba hacia atrás
Más el ofrecerle un dulce a oso fue cometer un error, ya que oso por dulce entiende solo golosinas, es decir bocadillos caninos por lo que fue directo contra Fred.
-Oso tranquilo, tú me conoces, no vayas a morderme, eres un lindo perrito amigo.
Cuando Fred llego a la puerta, salió corriendo tras cerrarla, otro error, oso sabe abrir la puerta.
Vimos como oso abrió la puerta y corrió tras Fred, alcanzándolo unos metros más adelante, más como oso lo que quería era jugar y la golosina prometida, se sentó sobre Fred que solo gritaba para que se lo quitaran de encima, pues oso buscaba olfateando su golosina.
Todos los marinos que lo veían se reían pues ya conocían a oso. Todos salimos al jardín frontal donde oso esculcaba a Fred en busca del bocadillo prometido.
Para quitárselo de encima Sophía salió de casa con un panecillo, por lo que oso se olvidó de Fred y escuchamos a Vito decir
-Fred, te salvaste no es fácil que oso perdone cuando le ofreces un bocadillo.- y todos nos reímos
-Si claro ríanse, será un cachorro pero mira que el pequeño pesa lo suyo y lo tenía sentado encima.
-No seas llorón, al menos no te ha mordido.- le digo
-Pero se lo ordenaste.- me reclama
-Sera mejor que te laves bien esas orejas Fred, porque lo que le dije a oso fue que jugara contigo, no que te atacara, son dos cosas muy diferentes, pero si quieres verlo atacando, lo llamo
-Que? NO, CLARO QUE NO, no seas salvaje.- me dice asustado, yo solo sonrió.
Volví a entrar a la casa en donde mi desayuno esperaba ya servido y oso sentado a un lado de mi silla.
Desayune tranquila, bajo la atenta mirada de todos y en silencio, tras lo cual me levante y fui a mi habitación sin decir nada solo llame a oso diciendo.
-Oso ven con mamá, vigila la puerta que nadie entre.
El perro me sigue y todos al escuchar esa orden se movieron tras de mí, yo volví a mi cama pues tenía sueño.
Al acostarme vi como oso sentado en la puerta la cual deje abierta, detenía con un gruñido a todos en el pasillo.
-Ángel estas bien pequeña?- pregunto Aldo
-Amor estas bien, que tienes?- pregunto Alex
-Estas muy rara, será mejor llamar al médico.- dijo Fred.
-Será mejor llamar a las señoras, solo ellas podrán entender que le pasa.- dijo Vito
-Oso si alguien más hace un ruido y no me dejan dormir, te doy permiso de comértelo.- le digo al perro que solo ladro mientras abrazo a mi almohada y trato de volver a dormir.
Después de esa orden, no se escuchó nada más, por lo que pude dormir, en verdad habían sido muchas cosas en pocos dios y aun cuando dormía bien, el Stress y mi cerebro siempre activo me tenían agotada.
Varias horas después, siento como me mueves y escucho a Alex llamarme.
-Ángel, amor despierta, es urgente
-Cinco minutos más.
-Te los daría, pero no puedo, es urgente.- le escucho decir a Alex
-A menos que el gobierno haya perdido un misil termonuclear, no es urgente.- le respondo y me reacomodo para seguir durmiendo.
-Ángel es en serio, es urgente.- me dice Alex
Abro los ojos y veo detrás de él, están Aldo, Vito, Fred, Sophía, el General, papá, James, Ron, Wax y varios más, al único que no veía es a Oso que incumpliendo mi orden los dejo despertarme por lo que pregunto
-Alex, que pasa? Donde esta oso?
-Esa es la emergencia cariño!- escuchar eso no me gusta por lo que pregunto
-Que le paso a oso?
-Pues… recuerdas lo que le ordenaste antes de dormirte esta mañana?- me pregunta Alex
-Sí por eso lo pregunto, él no esta y todos ustedes sí, para colmo me despertaron.
-Ángel has dormido todo el día como es que sigues con sueño?.- pregunto Fred
-Fred cuando consigas un cerebro que trabaja veinticuatro horas al día, siete días a la semana, cincuenta y dos semanas al año, me avisas y te lo explico.- le digo sarcástica.
-Ángel podrías salir pequeña, tengo a un corneta de ordenes trepado en el asta bandera y a tú cachorro ladrando y saltando tratando de morderlo.- dijo el General.
-Si pequeña, ese caniche tuyo está muy enojado, no creo que un escuadrón completo pueda controlarlo.- dijo Wax
-Caramba, es que no pueden tratar con mi bebe?- pregunte a nadie en particular mientras me levantaba de la cama, saliendo de la casa tal y como estaba, descalza y en pijama.
Fui a la cochera y montando en mi vespa, salí en busca de mi bebé. Cuando llegue a la plazoleta a solo un par de cuadras más allá, paro la motoneta y llamo a Oso
-Oso, ven Bebé, el corneta de ordenes no puede jugar contigo.- el perro deja de ladrar y me ve y tranquilamente viene hacia mí.
-Buen chico, eres un niño travieso, no debiste salirte de la casa, mira me despertaron.- cuando dije eso Oso gruño y más al ver como varios Marines nos veían y veían a Alex, al General y a otros llegar en un jeep que paro cerca desde donde todos me observaban.
Veo bajar al corneta de órdenes que molesto se acerca a decirme
-Ángel, ese perro es un peligro, hace más de media hora que estoy trepado en ese poste.
-Lo lamento Tomas, pero estaba cansada y en casa todos estaban haciendo ruido y no me dejaban dormir, así que le ordene que se comiera al primero que hiciera ruido, pero no creí dormir tanto y bueno lo tomo muy literal, cuando te escucho se escapó de casa.
-Ah ya veo y pudiste dormir?
-Sí, espero lo disculpes, el solo obedeció.
-Tendré que buscar un lugar alto donde subirme y tocar las llamadas.- dijo Tomas moviendo su corneta por lo que le sonrió y le digo.
-No te preocupes, oso no te hará nada, ya verás, oso cuando quieras jugar con Tomas no seas brusco y no lo muerdas, él tiene que tocar su corneta, entendiste?- el perro ladro.
-Podrías tocar algo Tomas?
-Me va a morder.
-No lo creo.- le digo
Tomas se lleva su corneta a los labios sin despegar la vista de Oso y al ver que tras varios acordes Oso no se acerca a él, para y sonríe
-Como lo logras? Como haces que los animales te obedezcan?
-Es un secreto Tomas, una bruja no revela sus secretos o sí? Si te lo dijera tendría que matarte.- vi como tomas abría los ojos y luego sonreía para decir
-Guarda tu secreto, con que oso no vuelva a atacarme me conformo.
-Gracias Tomas, nos vemos voy a llevar a mi bebé a casa.
-Claro nos vemos Ángel, adiós Oso.
Enciendo la vespa y acelerando le grito a oso
-Oso vamos a correr un poco a casa, necesitas ejercicio niño travieso.- y acelero la vespa tan rápido como puedo sin perder a oso que va a mi lado.
Damos varias vueltas a la pequeña glorieta frente a la plazoleta con todos observándonos a los que se sumaban los Marinos que pasaban, Oso corría y brincaba feliz pues para el correr tras la vespa era un juego, después de veinte vueltas tome el camino a casa, entrando a la cochera, en donde Nana nos estaba esperando.
-Nana voy a darme un baño, antes de cenar.
-Claro mi niña, la cena estará lista pronto.
Escucho llegar el jeep y alcanzo a escuchar a Ron decir
-No lo puedo creer, oso la obedeció de inmediato y lo más raro es que ella saliera de la casa en pijama, dejando ver a todos sus atributos ante toda la base y usted no dijera nada Coronel.
-Ron, no me hagas llamar a Oso para que te lleve a correr por la base.- escucho a Alex responder, mientras todos reían
-Mejor no, yo no creo poder llevarle el paso a ese caniche.
-Ron, Wax, Oso no es un caniche, no es tamaño microbio, al siguiente que le diga así a mi bebé, lo hare bañarlo y a Oso no le gusta bañarse con otro que no sea Nana.
-Entendido Mayor.- dijeron los aludidos, tras verme asomar la cabeza por la puerta que conducía de la cochera a la casa.
Entre a la casa y me dirigí a la habitación para bañarme y cambiar mi pijama, oso cuido la puerta del baño, desde dentro cuando Sali para cenar todos estaban ahí conversando.
Tras cenar y ver televisión un rato me fui a dormir otra vez.