–¿Te duele mucho bebé? –Preguntó Hugo preocupado entregándole a Julia un analgésico. –Sí me duele demasiado. –Confesó Julia haciendo un puchero. – Es que ayer en la noche fui atacada por una bestia en celo, que no sabe la diferencia entre “hacer el amor” y “follar salvajemente”, ¿sabes? –Se burló Julia tomándose el analgésico y Hugo la miró con una sonrisa pícara. –Me gustaría decirte que “lo siento”, pero sería una cochina mentira. –Cada vez que recuerdo todo lo que pasó anoche entre nosotros siento que vale la pena pagar las consecuencias, hasta podría llegar a decir que lo estoy disfrutando. –Murmuró Julia con una voz traviesa mientras que Hugo esbozaba una sonrisa maliciosa listo para devorarla a besos una vez más, pero fue interrumpido por la notificación de un mensaje que entraba