Con cada gemido de Julia una vena del m*****o de Hugo se hinchaba provocando una erección bestial en él. Él se acercó a ella intentando controlar su excitación y rozó la nariz en la mejilla de Julia. –Avisé que te ayudaría a terminar si esto volvía a pasar y pienso cumplir con mi palabra. –Susurró Hugo en el oído de Julia mientras deslizaba el brazo por debajo de ella para abrazarla pegando su espalda contra su pecho y ella se despertó. –Hugo…–Gimió Julia abriendo mucho los ojos mirándolo asustada. –Déjame ayudarte, necesitas terminar y yo necesito sentir como te corres. –Murmuró Hugo con la voz ronca agarrando su rostro con la mano que tenía libre para lamer sus labios. –No…no podemos…–Balbuceó la chica nerviosa intentando apartarse de él, pero Hugo la tenía aprisionada. –No quiero es