Julia caminaba de un lado a otro por el pasillo del Hospital Munchen Klinik Bogenhausen cerca de la habitación donde se encontraba Hugo. Estaba con la cabeza bajada mirando cada paso que daba con sus pies descalzos, mientras que en una mano sujetaba sus sandalias. Al darse la vuelta se encontró con un par de deportivas delante de ella, levantó la cabeza encontrándose con la mirada preocupada de Felipe que las sujetaba. –Toma, perdón que tardará tanto en conseguirte un par de deportivas. Ya han pasado varias horas desde que Hugo llegó al hospital y tú sigues así. –Se disculpó Felipe con pesar, mirando los pies Julia. –No te preocupes, ahora mismo esto no es importante, ¿Cómo está Hugo? –Preguntó Julia preocupada mirando la puerta de su habitación. –¡Está hundido! Me gustaría decirte otr