Adele bajó la cabeza por las lágrimas que quemaban sus ojos, se sentía muy sola, al parecer se había acostumbrado a estar en compañía de otras personas que ya no quería volver a ser la misma chica solitaria que todos conocían. Así transcurrió toda la semana, el fin de semana que Adele creía que podría ser diferente a todos los que tuvo anteriormente no lo fue, estuvo encerrada en la casa comiendo helado y viendo películas con extremo amor que daba ganas de vomitar, aunque Adele siempre le tuvo envidia a aquellas mujeres que podían vivir aquellos amores de ensueño. Siempre quiso uno. Al conocer a Kilian tocando aquella nostálgica melodía de piano... se sintió atrapada por una historia de novela, al parecer se había creído el papel de chica trágica, por eso le dolió su realidad. — Y ahí e