—Soy tu jodido jefe de seguridad y tu estúpido tutor, no soy tu mandadero, respétame hijo de puta. —Dibujo una sonrisa disimulada en mis labios. —Vamos, debes ir tú, ya sabes lo que pasaría si me llegan a reconocer, no quiero venir para las actividades que hacen aquí, hazme el jodido favor, te lo estoy pidiendo. —Me da una sonrisa que me deja pensando y sale del auto. —No me dejes mal. —Le advierto al saber de lo que es capaz, no mira atrás y prosigue su camino, lo sigo con la mirada y al ver que se detiene poco después de verlo entrar, enfoco más la mirada y ahí esta ella con un tío que parece un palillo de dientes y otra mujercita con más cuerpo que ella, me acomodo la polla al ver ese vestido que tiene, es muy corto, gruño al verla levantarse. —Maldita sea, no me puedo controlar. —Susu