Llegados al lugar de partida veo a esas dos mujeres felices y mirando para todos lados como si fuera la primera vez que han venido aquí, me causa gracia verlas tan felices con tan poco. —¿Están seguras de que aguantarán toda esta caminata?— pregunta Loan sabiendo lo que se viene, Marilí enarca una ceja prácticamente ofendida. —Por supuesto que sí— afirma con rotundidad, la determinación de esa mujercita me encanta —vamos, primero iniciemos recorriendo el sendero natural de árboles cuadrados— inicia a trazar su recorrido, yo solo la escucho y admiro esos ojos brillantes —seguimos con el mariposario, cascada chorro el macho, el centro de orquídeas, el jardín zoológico, observación de aves, escalamos la india dormida y por último pasamos al museo— las miro a las dos con las cejas alzadas, e