—Has despertado Dulce— beso sus labios con pasión, mirar esos preciosos ojos me ha hecho perder el poco control. La abro más de piernas y me hundo con mayor fuerza, sus chillidos inundan mis oídos, mi p**o es como el volcán Barú, cada vez tiembla más, mi piel quema por el caliente que emana mi cuerpo, mi corazón se conecta con mi polla y eso es lo más placentero que he sentido en toda mi puta vida. Mi polla toca su útero y esa jodida sensación es exquisitamente deliciosa, Marilí es el mejor polvo que he tenido en la vida. —Pero ¿Qué haces, Kahin? —Su voz es tan entrecortada que pareciera estuviera gimiendo y no hablando. —Te hago mía, ya no lo soportaba más. —Llevo mi boca a sus pechos para no estar gimiendo como un idiota, los succiono con fuerza para que no se escapen mis gemidos, no