simón
Respiré hondo y miré el teléfono que tenía en la mano. No había nada que hacer más que marcar el número de Nick y terminar con esto de una vez. Cuando la historia de Michael y yo se filtró hace unas semanas, al jugador de baloncesto le pareció bien. Incluso a Rob le había parecido bien. Probablemente Nick estaba acostumbrado a las historias sobre él en los tabloides, pero todavía no me gustaba la idea de tener que llamarlo y decirle que era culpa mía.
No quedaba más remedio que hacerlo.
"¿Hola?" Nick dijo con voz sensual. Sonaba como si hubiera estado durmiendo.
"Hola", respondí miserablemente, sintiéndome de repente muy emocionado.
Los últimos días habían sido una montaña rusa de emociones. Ya no tenía más falsa alegría para difundir.
“¿Simon?" preguntó.
Podía escuchar el son
