Federico.... Me quedo en la soledad de mi despacho, poco a poco la furia que siento se convierte en arrepentimiento, no debí ser tan duro con ella, pero no lo sé, una fuerza se apoderó de mí, aun así no aceptó las cosas, ella se niega a decirme la verdad, intento meterse en mi cabeza, a saber que planeaba decirme para engañarme, creo que fue lo mejor, hacer las cosas así, terminar de una buena vez con todo. Llaman a mi puerta y una parte de mí desearía que fuese ella, pero no lo es, es Edwin que precisamente me pregunta por Andrea. ¿Sabes a donde fue Andy? ¿Andy? Le pregunto por la manera en que la llama. - Bueno, Andrea... Es que somos ya buenos amigos... - No lo sé, supuse que en su oficina. - No, tampoco atiende el móvil, bueno, ayúdame con esto. Me entrega unos documentos para