Imposible.
1306 Words
CAPITULO I
Escucho ruidos desde abajo y me revuelvo incomoda en la cama, agarro el reloj y miro la hora.
Todavía es muy temprano para levantarme pero gracias al ruido se me espanto el sueño, intento levantarme pero vuelvo a tirarme en la cama, he tenido una semana muy cansada con eso de que todos los días llegas muchas cajas nuevas de libros tengo que quedarme hasta tarde en la librería.
Cualquier joven de mi edad iría a fiestas en vez de trabajar todo el verano, pero yo decidí cambiar eso.
No puedo decir que estamos cortos de dinero en la familia porque mi papá tiene un buen trabajo en la empresa y mi madre en la textil-ería que le dejo mi abuela pero yo, yo quiero ganarme todo por mi propio merito, no depender de mis padres económicamente cuando ya han hecho suficiente por mi.
Decidí después de empezar la universidad que trabajaría medio turno mientras estudiaba pero en estos últimos semestres he tenido que trabajar solo en verano porque las clases están muy fuertes.
Quiero con mi esfuerzo poder independizarse, ser auto suficiente.
Me levanto y me dirijo al baño, quito toda mi ropa y me meto a la regadera. Después de unos cuantos minutos salgo envuelta en una toalla.
Hoy no tengo ánimos de ir presentable, aunque casi nunca voy presentable.
Decido ponerme un short n***o tiro alto y un crotop turquesa, con mis converce negros.
Me recojo el cabello en una cola alta y suelto algunos de mis rizos para que se vea desordenado.
Salgo de la habitación con mi celular y bajo a la cocina, me encuentro a mis padres y a mi hermana muy serios para como estaban haciendo ruido hace unos minutos.
No les presto mucha atención, más tarde me contara Brooke. Agarro una manzana y salgo lanzándole besos a los tres.
Camino despacio, no tengo muchos ánimos de llegar y comenzar a organizar libros.
La librería queda a pocas cuadras de mi casa ya que vivimos cerca del centro.
Llego a la librería y veo a dos chicos dentro, los esta atendiendo Amber la mejor amiga de mi hermana y la que me ayudo a conseguir este trabajo, es una excelente persona.
Entro y cuando se escucha la campanita de la puerta los tres voltean a verme, Amber me sonríe y después enfoco mi vista en los chicos, el primero es mucho más alto que el otro le calculo como un metro noventa, tiene los ojos azules más bellos que he visto, una semi barba cuidada, castaño y muy hermoso.
En cambio el otro que también tiene unas hermosas lagunas azules, no tiene barba en su barbilla hermosamente varonil y cuadrada, le calculo un metro setenta y dos. Este no me deja de verme con una sonrisa encantadora, le devuelvo el gesto relajada y paso a la parte de atrás de la librería.
Suelto el aire que no sabia que estaba conteniendo.
—Hey Scarlett necesito que atiendas a los chicos, tengo que recibir unas cajas que están por llegar—asiento y salgo.
—Buenos días.—levanto mi mirada y el chico más alto esta observando unos libros en la estantería de mi izquierda—¿que libro desean comprar?—él otro chico me mira fijamente y traga con fuerza como tratando de controlar algo.
—Álex necesita un libro de romance histórico para un resumen que debe hacer—asiento y me acerco a Álex como el lo llamo y sopesando cual seria el más sencillo decido darle Una rosa en batalla—ten este es nuevo, espero te sirva.-camino hacia la caja para que puedan pagarme.
—Terrence pagale—le dijo el otro mientras seguía ojeando los libros.
—¿Cuánto es?—pregunto mirándome fijamente, no podía dejar de ver esos hermosos ojos azules, me atraían como a un imán.
—Son veinte dolares—acomode un mechón rubio detrás de mi oreja mientras le facturaba el libro— ten y muchas gracias por venir, que tengan un feliz día.—el monologo diario y obligatorio.
Él sonríe y jala al otro del brazo para irse, salen y voltea a verme mientras sonríe, yo quedo como una boba mirando el trayecto que agarran hasta que desapareció de mi campo de visión.
Despejo mi mente y me doy un sape, yo no tengo tiempo para esto bufo exasperada.
Terrence
No podía estar más molesto, el idiota de Álex me saco de la cama a las siete de la mañana para ir a comprar un estúpido libro, vamos en el auto a la librería que queda en el centro.
Él idiota de mi amigo va metido en su celular , mientras yo muero de sueño por su culpa.
Llegamos y veo a una chica que está abriendo.
—Dale gracias a Dios que ella llego porque si no te dejo aquí y me hubiese ido a seguir durmiendo.-suelta una carcajada y posa su mano en mi hombro.
—Terrence sé que jamás me dejarías en ningún lugar—me guiño el ojo y yo puse cara de asco— ven vamos.
Bajamos del auto y cruzamos la calle para entrar a la librería.
Entramos y esperamos a que la chica que entro hace unos cinco minutos salga. Detalle cada esquina del local, es muy vintage.
La chica sale de una puerta que da hacia algún ligar atrás y nos sonríe pero no es hasta que la campana de la puerta suena que me doy cuenta que nones a nosotros.
Quedo impactado al ver a esa rubia hermosa para en frente de mi, no puedo borrar mi sonrisa, fue automático.
Ella me devuelve el gesto y no pudo encantarme más, pasa casi corriendo a la parte de atrás y la otra chica va a buscarla.
Yo solo quiero que ella me atienda, Álex esta en una de las estanterías observando los libros.
Sale la hermosa rubia con la cabeza gacha.
—Buenos días.—levanta su mirada y ve como mi amigo esta observando unos libros en la estantería de la izquierda—¿que libro desean comprar?—la miro fijamente y trago con fuerza necesito controlar las corrientes desconocidas que me transmite ésta chica.
—Álex necesita un libro de romance histórico para un resumen que debe hacer—asiente y se acerca a Álex y mientras observa los libros y escoge uno—ten este es nuevo, espero te sirva.—camina hacia la caja esperando que le pague.
—Terrence pagale— dijo Álex mientras seguía ojeando los libros.
—¿Cuánto es?—pregunto mirándola fijamente, no podía dejar de verla, su vibra e traía loco.
—Son veinte dolares—acomodo un mechón rubio detrás de su oreja mientras facturaba el libro— ten y muchas gracias por venir, que tengan un feliz día.
Sonrió y agarro a Álex del brazo y lo saco del local, me debato en voltear y lo hice, le vuelvo a sonreír y comienzo a cruzar la calle.
Me subo al auto, recuesto mi cabeza en el volante y superó un bufido, en buena hora tenia que encontrarme a esa chica.
—Me huele que te gustó la chica— volteo y lo miro mal.
— Sabes perfectamente que eso no puedo suceder, nunca podría.
—Pero deberías de darte una oportunidad de ser feliz, lo mereces amigo.— sonrió de mala gana.
—Sabes que es imposible, esa chica no se merece entrar en mi vida, no con lo que implica mantenerse en esta.— enciendo el auto y tomo camino a llevar a Álex al departamento y luego ir al deposito.
El trayecto es silencioso y así lo prefiero, no quiero mencionar eso otra vez. Mucho me costo que con él no se metieran, no quiero más problemas para mi vida.
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