Obsesión

Ian regreso con santino, y lo único que quería era ver a isabella, no quería estar ni un instante más sin verla abrazarla y besarla, así que se dirigió a su habitación, toco a la puerta. Bella amor, ya estoy aquí ¿puedo pasar? --Pero bella no contestaba, Ian se extraño y se preocupo, tocó una vez más, Amor estas ahí, voy abrir. Ian abrió la puerta, Que raro bella no esta aquí. Entonces, fue a la habitación de su padre para preguntar por ella.. Toco a la puerta, padre puedo pasar, Gino abrió la puerta, diciendo Ian, y fingió estar nervioso, ¡que pasa! padre donde está bella. Hijo, perdón pero... ella vino aquí, a seducirme , yo simplemente no pude resistirme. Ian, respondió... pero que, es una broma verdad, eso es de muy mal gusto padre, no juegues así. No no es broma. Bella, que apenas estaba reaccionando, miro a su alrededor, y no sabía qué estaba pasando. Ian abrió la puerta de la habitación, y vio, a bella en la cama de su padre, y la ropa de ambos tirada en la habitación. Ian estaba devastado, y decepcionado. Eres una..., z, cualquiera isabella, me das asco. Como pudiste hacerme ésto. --Ian ¡por favor!, ¿escúchame?, nose que es lo que paso, solo que, yo nunca te engañaria. Tu padre fue a mi habitación, a.. Ya cállate isabella, no quiero escucharte. Todo esta muy claro, te acostaste con mi padre. Isabella lloro amargamente, estaba en shock no sabía que había pasado, solo que estaba desnuda envuelta en una sabana en la habitación de Gino lombardo. Padre de Ian, Ian salió de la habitación y se encerró en la suya a llorar, por la traición de isabella y su padre, se sirvió un trago de whisky pero luego de beber aventó su copa al piso, y tiro todo lo que pudo, no podría creer esto. El mujeriego Ian, el que conquistaba a todas, el que jugaba con los sentimientos de aquellas chicas que se enamoraban de él, ahora era él, el que fue traicionado. Y de la peor manera. Pero no era tanto su dolor, por su ego de hombre mujeriego. Si no de un hombre verdaderamente enamorado. Isabella , tomo su ropa, se vistio rápidamente para salir de aquella habitación, cuando Gino la tomo de la cintura y la arrincono junto a la pared. Isabella estaba, desconcertada, dolida por lo sucedido, con Ian. Y muy asustada, porque no recordaba nada de lo sucedido, pero estaba desnuda, y dolida de su intimidad era obvio que el maldito de Gino había abusado de ella. Ya, déjame en paz maldito, me violaste, que más quieres ya, déjame ir. Gino, estaba aún semi desnudo sólo traía puesto, los pantalones, estaba sin camisa era un hombre de 50 años, pero muy bien conservado, se le marcaban los músculos, pues hacia mucho ejercicio, en sus tiempos libres, pero aun así eso no le quita que es un hombre sin escrúpulos ni sentimientos, es un maldito mafioso, el famoso zar italiano, cruel y despiadado asesino. Quien en ese momento la miro a los ojos, con esos ojos verdes, y esa mirada intimidatoria que tiene. Y le respondió sinicamente. Que que es lo quiero, y con un suspiro dijo ---¿quiero que seas mi mujer.? ¿Casate conmigo? Acaso estas demente, respondió bella atónita. Se que es una locura, bella pero no te preocupes Ian ya lo entenderá, Disfrute tanto estar contigo, no había tenido una noche tan placentera, cómo esta, entrar y salir de ti.. me ha fascinado ahora me gustas mucho más. De solo recordarlo me muerdo los labios. Te odio gino lombardo, me has destrozado la vida, eres el ser más despreciable que pude conocer. Jamás me casaría contigo ... Gino solo se río, y le tocó la mejilla diciendo. Mira Yo no acostumbro a decir tantas palabras así que yaa , No lo pienses tanto. y deja de hacerte, del rogar, Y anda, Vamos a intentarlo. Gino se acercó a ella para besarla. Y Bella, lo mordió muy fuerte, que gino la soltó de inmediato, bella salió muy deprisa a su habitación tomo su bolso y su teléfono, y salió de esa casa, a la que juro jamás volver, Bella llego al departamento donde estaba francesca su compañera de cuarto y de la universidad. Además de que eran mejores amigas desde que bella llegó a Venecia. Pero que te sucede bella, porque llegas así. Bella no pudo evitar entrar en llanto con francesca, quien enseguida la abrazo.