Caleb Garnol.
Bebo el último trago de whisky observó la hora en mi reloj, suelto un largo suspiro levantandome del sillón dónde me encontraba.
Miro a Gaviota una última vez y niego con la cabeza, ella nunca va a entender que jamás estaré de su lado, no importa que pase Aurora siempre será la primera en mi vida.
Siempre ella estará de principio a fin, mi princesa, lo único que me queda, que puedo decir que es mío, lo único que no me han arrebatado.
—Te lo dije una vez Gaviota, no intentes colocarme encontrá de mi Aurora porque saldrás perdiendo —
—Es una estúpida niña caprichosa, Caleb ¿Que no lo ves? Por ella no podemos estar juntos .—Ruedo mis ojos fastidió, por su estupido monólogo que siempre repite, ella no entiende que no quiero estar con ella.
Creí que ya había cambiado, que al irse lejos y volver, su actitud cambiaría, por eso le pide a mi hermana ir a cenar con ella, pero nada a cambio sigue igual que siempre. Intentado colocarme encontrá de mi tesoro, de mi pequeña hermana.
—¿Cuándo entenderás que no importa lo que haga mi hermana siempre será ella de principio a fin? —
—Y cuando ella te deje ¿Que harás? —
—Eso me tiene sin cuidado .—Me acerco a ella —Nos vemos después —
Así como rápido llegué me voy, salgo de su casa escuchando sus gritos e imprudencias de su boca.
Dominic, me mira con los brazos cruzados negando con una sonrisa en su rostro.
—¿Esa mujer no se cansa de intentar que dejes a Aurora? —
—Al parecer no, ¿Cuando entenderá que ella jamás será primero? —
—No lo se hermano, deberías dejar de verla —
—La volví a ver porque creí que había cambiado, pero ya veo que no, creo que sí la dejaré de ver, es buena en la cama, pero sus berrinches no estoy para aguantarlos —
—¡Aleluya! Cuando Aurora se entere estoy seguro que te hará una fiesta por eso, ya que los vio en el restaurante al y no le gustó para nada —
—No le gustó en absoluto, es muy celosa—
—La entiendo —-Ambos nos adentramos en el auto que no tardó en salir de allí—Eres su hermano siempre has estado para ella en todo momento, y que llegue alguien de la nada teniendo toda la intención de estar contigo, no es algo que le guste, mucho menos porque esa razón también vendría con que tiene que compartirte y ambos sabemos que eso jamás pasará —
Ninguno dice nada más, solo dejamos que la letra de canción llene el silencio que cada uno tiene por estar en sus pensamientos.
Unos ojos verdes brillosos llegan a mi mente como un torbellino, sonrió un poco, claro que no, Aurora no le gusta compartir, desde niña es así y mucho menos cuando estoy yo en su ecuación de compartir.
Si no le gustaba que su amiga Rachel estuviera rondandome cerca de mí, muchos menos le gustará que tenga una novia.
Maldigo entre dientes cuando observo la hora, las doce en punto, Aurora estará furiosa conmigo por no llegar a tiempo.
Dominic se baja rápido y compra las cosas que mi pequeña hermana necesita.
—Demonios hace un frío de muerte.—Mueve sus manos intentando darse un poco de calor, estira su mano y enciende la calefacción, la lluvia azota el parabrisas y pronto nos vemos envueltos en una tormenta —La pequeña demonio te matará .—Se burla —Esa chica es terrible, hermano da miedo —
—Aprendió muy bien .—Sonrió orgulloso.
—Demasiado bien, sabías que a ese tal Scott Melcion, lo puso en su sitio —
—¿Ese no fue el que propagó un chisme sobre una de las compañeras de Rachel?—
—Ese mismo, tengo entendido que Aurora lo amenazó con meterlo a la cárcel si no paraba todo .—Asiento saliendo del estacionamiento de la farmacia —Si dejó calva a Mindy por meterse con Rachel, a tu hermana no le tiembla la mano a la hora de vengarse, aunque me da pena por la chica Rachel, se fue por todo lo que le hicieron —
Tragó con fuerza en gran parte tengo yo la culpa, ella se me declaro, y yo la rechace, era lo mejor, para mí era solo una amiga de mi hermana.
Siempre estaba con Bia y Aurora, era otra hermana para mí.
—Aurora .—Murmuró su nombre negando con una sonrisa.
La imagen de ella y Antonio juntos vuelve a mi mente haciendo que tensé mi mandíbula con fuerza, se perfectamente que ellos se siguen viendo.
Aprieto con fuerza el volante ese imbécil no la merece, mi pequeña merece a alguien que si la pueda valorar, que la ame con locura, no alguien que se ame más a sí mismo, que siempre la tenga en segundo lugar y que sea un idiota que salta de cama en cama.
Ella se merece mucho en esta vida.
Ya hemos perdido demasiado.
Dejó un poco que el agua fría de la lluvia moje mi cuerpo al bajar un poco la ventana, la vida sería diferente si mis padres no hubieran muerto en aquel accidente, no tendría el peso de un imperio en mis hombros, mi hermana Aurora hubiera crecido con mamá y papá tal y como yo lo hice.
Siento que cada día me ahogo en mi agonía dónde la única que logra sacarme es aquella chiquilla de ojos verdes.
Estacionó el auto y ambos nos bajamos, Dominic estira su mano alejándose hacia su casa.
—Señor .—Volteo encontrando a Pedro con un paraguas a mi lado —El joven Antonio no ha parado de venir buscando a la señorita Aurora, ya lo he corriendo varias veces, hasta lo amenace con llamar a la policía —
—Gracias, señor Pedro, estaré al tanto, no dejes que ese imbécil entre a mi propiedad, ni se acerque a Aurora —
—Tranquilo señor no será así —
Sigo mi camino acelerando el paso para evitar mojarme, abro la puerta adentrándome a la casa que se encuentra en completo silencio, deslizó el saco colocándolo en el perchero, camino hacia la cocina sirviendo un poco de agua.
Me alarma cuando veo a Aurora bajar con sus ojos llorosos las escaleras y correr hacia el patio, caminó con rapidez observando como ella cae de rodillas elevando su rostro al cielo.
¿Qué le sucede?
Empiezo a caminar con mis manos dentro de mi bolsillo al estar detrás de ella detallo como su largo cabello n***o como el carbón se pega a su cuerpo, me estiró un poco impidiendo que el agua caiga en ella.
Abre sus preciosos ojos que me observan con un extraño brillo, esos ojos verdes me miran expectantes.
Aurora, frunce sus labios levantándose ocasionando que sin querer detalle su cuerpo, elevó mi mirada con rapidez, pero quedó frío al ver cómo se muerde sus labios mirándome con ese extraño brillo.
—¿Te costó tanto encontrar lo que necesitaba?—
Su brusca pregunta me deja aturdido, tengo ganas de reír,sin embargo estás se esfuman cuando observó como la aréola de sus senos presionan la fina tela de la camisa.
Elevó con rapidez la mirando enfadado conmigo mismo.
—Vamos —
No espero su respuesta, me alejo de allí sintiendo que el aire se me escapa.
Al ingresar a la casa me quito la ropa acercándome con rapidez al cuarto de lavado dejándola allí, tomó dos toallas colocando una la manigueta de la puerta corrediza.
Me alejo de allí, pero la pantalla encendida del teléfono de Aurora llama mi atención, me acerco a la mesa de noche en la esquina cerca de las escaleras tomando el teléfono de Aurora.
—Maldición .—Gruño enojado —Estás jugando con fuego Gaviota —Eliminó la foto no sin antes tomar capture y pasármelo sabiendo que ella lo sabrá.
¿Cuando ella nos tomó esa foto? Tiene que ser vieja, no he estado con ella en un largo tiempo.
Dejó el teléfono donde estaba cuando escuchó pasos, alarmado me coloco en la esquina, con él corazón a mil, abro los ojos y mi cuerpo se vuelve rígido lleno de pánico, al ver cómo Aurora desliza la camisa de su cuerpo quedando solamente en bragas.
Tragó con fuerza escaneando su cuerpo sin pudor alguno, suelto un leve jadeo cuando desliza su braga fuera dándome una perfecta vista su coño depilado.
Elevó la vista mirando sus senos erectos, sus caderas anchas, sus piernas largas y cremosas y su cintura estrecha.
Perfecta para posar mis manos allí y apretarlas hasta dejar una hermosa marca de mis manos.
Bajo mi mano sintiendo mi pene erecto y maldigo.
¿Qué rayos estoy viendo?
Deseo apartar la mirada, pero se me hace imposible, su piel blanca me invita a que la pruebe ¿Será que se sonroja fácilmente?
A qué pruebe ese afrodisíaco que me llame a gritos.
Estoy enfermo.
Camino escondiéndome detrás de las cortinas esperando que ella se vaya.
Al quedarme solo mi respiración es un caos y mi pene duele, caminó con rapidez, subo las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi habitación, tranco con seguro.
Me adentro al baño dejando que el agua fría toque mi cuerpo caliente
La imagen de Aurora desnuda ante mí, no se digna a alejarse de mi mente.
—Joder .—Golpeó con fuerza la pared—Ahora sí estoy malditamente enfermó ¿Desear a tu propia hermana Caleb? Estoy enfermo.—Pego mi frente a la fría pared dejando que el agua me haga efecto.
Siento mi sangre caliente, como si mi cuerpo estuviera llenado de fuego
¿Qué está mal en mi?