Grace se había quedado inmóvil, al haber escuchado esas palabras, la habían hecho sentir la mujer más amada del mundo, aún no entraba a la habitación, sabía que era mal escuchar conversaciones, pero no podía evitarlo, pues el haber oído eso le alegro el alma, toda su buena vibra había regresado, Florence la miro y sonrió, ella se retiró, pues estaba haciendo algo de comer —¿Y entonces que va a pasar?—preguntaba Evan, ella se había recargado más y se abrió la puerta, obteniendo la mirada de ambos chicos, Grace se quedó quieta, mirando a los chicos —Damian.....—mencionó la chica nerviosa pasando sus manos al frente y jugar con sus dedos, sentía aquellas miradas penetrantes en ella —¿Qué haces aquí?—Damian le preguntaba, sonaba frío y ella bajo la mirada, no sabía que decirle, pues ahora s