CAPÍTULO 3 BASTIÁN
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Mi viernes por la noche fue fabuloso, termine en una habitación del Columbus central park hotel, con una modelo rusa que había conocido en la discoteca esa madrugada, una mujer espectacular, no recordaba su nombre y era poco importante, cuando mi mente se concentró en ese esbelto cuerpo que parecía haber sido diseñado por los dioses, sus carnosos labios rosados y sus atractivos ojos azules habían llamado mi atención aquella madrugada, sabía que era guapo e irresistible ante cualquier mujer, era muy fácil llevármelas a la cama después de un par de horas de conversación, y esa rusa me había estremecido porque no solo era sexy y hermosa también sabía cómo mover su cuerpo de tal forma que había estallado de éxtasis y placer, la olvidaría en un par de semanas como había olvidado su nombre, y como solía olvidar a todas las mujeres que calentaban mis noches de lujuria y pasión, pero tendría un buen recuerdo sobre las rusas y sus encuentros sexuales, para futuras candidatas.
Salí de aquella lujosa habitación, como más disfrutaba sin compromiso alguno, ni siquiera era necesario despedirme, no me dio tiempo llegar a casa para cambiarme solo a mi madre se le ocurría convocar una junta un sábado a las 7:00 de la mañana, extrañaba a Rodrigo, desde su accidente tuve que hacerme cargo de su puesto de trabajo en la gerencia de nuestra empresa familiar, dedicada a la fabricación, comercio, e inversiones, era incomodo soportar a mis padres, y la perfección que esperaban de mí.
Iba por la autopista en mi Audi r8, era normal en new york el tráfico, mire mi Rolex, llevaba 10 minutos de retraso ¡maldición!
Mi iPhone repico
—Rodri, como ¿amaneces? ¿Qué tal tu noche? —mientras trataba de pensar que atajo tomar para llegar en menos tiempo a la oficina
—¿No has llegado a la oficina cierto?, te he enviado los informes que debes entregar en la junta, y por favor deja de tomar tanto y comportarte como un idiota y empieza a madurar, vas de falda en falda, de discoteca en discoteca, y no te das cuenta que ya no tienes 19 años y que tienes responsabilidades
—por eso te amo hermanito, había olvidado el informe, deberías estar ya en la empresa, esto es lo tuyo rodri, a mí me iba bien en Europa, pero te prometí hacerme cargo mientras tú estás listo para volver, y así sea ebrio, trasnochado o con aroma de una modelo rusa llegaré a esa junta, y presentare tu informe—pitando y haciéndome paso
—tu informe, no quiero que me nombres en la junta este es ahora tu puesto, y aunque no sepas ni donde estas parado quiero que quedes bien delante de todos—el resoplo, eres un gran empresario—me llamas al terminar, suerte
Maldición, lo que pensaran mis padres, mi tío o el idiota de mi primo en esa junta me tenía sin cuidado, pero lo que pensaba Rodrigo, quien siempre creía en mi aun cuando era un desastre, si me afectaba. Me estacione frente al edificio y le di mis llaves al portero, subí al quinto piso, donde estaba situada la sala de junta mi madre tenía la cara de siempre, molestia y decepción.
Mi tío, aprovechó la ocasión para sacar a relucir su odiosa personalidad
—Querido sobrino creo que la reunión era a las 10:00 am, me disculpo por llegar tres horas antes—poniendo cara irónica—es obvio que Bastián no está preparado para el cargo de Rodrigo en esta empresa, Paolo mi hijo
Interrumpí antes que terminara doliéndome la cabeza
—Querido tío, te recuerdo que casi llevas a la quiebra uno de los hoteles, hace 10 años por tu adicción a los juegos en el casino, deuda que cancelo mi padre y que ahora solo el 10% de las acciones te pertenecen, agradece que tú y Paolo aún conservan un puesto en la gerencia de esta empresa, gracias a la gratitud de mis padres, si fuera por mi Paolo seria el jefe de mantenimiento y tú el portero
Mi madre intervino en mi honesto comentario
—Bastián, por favor—con una mirada de ten piedad
Mi padre por su parte respiro para no estallar en risas, él amaba mi sinceridad y mi falta de empatía familiar, según el eso se necesitaba para triunfar en los negocios. Empezamos la junta, como siempre el informe de Rodrigo termino salvándome el culo, como en toda mi vida mi hermano era mi ángel guardián, aunque probablemente mis padres sabían que esa majestuosidad no había salido de mi cerebro, quedaron conformes. Me fui a mi oficina tenía un terrible dolor de cabeza normal en mi después de ligar algunas bebidas la noche anterior, le pedí a mi secretaria que me preparara un café bien cargado.
Mi padre entro, felicitándome por la gran presentación del cierre de año que había hecho en la junta.
—Fue realizado en su totalidad por el experto papa
—Lo sé, así como también sé que no lo habías visto antes de la presentación, y lo defendiste como si lo hubieras creado tú, tu hermano cree en ti y yo también, y sobre el comentario de Lucas y Paolo un 10
Solté una carcajada, disfrutaba cuando era cruel
—Debió quedarse callado—tomando un sorbo del café—se acerca el cumpleaños de la abuela y quiero organizar una gran fiesta digna de una reina como ella
—Sabes que odia las celebraciones en su honor, prefiere algo discreto y conservador —mirando su celular—pero viniendo de tu parte puedes hacerle un carnaval y te lo perdonara—él se acomodó su corbata y me miró fijamente—
—El regalo más grande que le puedes dar a tu abuela, y a toda la familia es madurar, casarte e ir pensando en concebir herederos para nuestra familia—se levantó, y camino hasta el ventanal con vista al central park. —lo que paso con tu hermano es una tragedia, y seguirá siéndolo porque, no solo perdió la movilidad de sus piernas, si no las ganas de vivir, Rodrigo lo perdió todo en ese accidente, y su única esperanza eres tú, no solo la de él, la de toda la familia, es como cuando el futuro rey adjudica y el siguiente debe aprender a cambiar la vida que había planeado para cumplir con su deber— volteo y me miro—eres inteligente, guapo y millonario, encuentra una mujer que este a la altura de los Francesco , a veces el amor llega en el camino
—Papa, el único que me preocupa mantener feliz y orgulloso es a Rodrigo, no a mi mamá, que está deseosa de casarme con la desesperada de Lucrecia, le puedes decir de mi parte que eso no va suceder jamás. Quizás algún día me case así no sea enamorado pero no será porque ustedes están deseosos de tener un nieto
Me levanté le di par de palmadas y un beso en la frente, y Salí de la oficina antes de que siguiera con el guion que seguramente le escribió Silvia de Francesco mi madre, necesitaba urgentemente ducharme y dormir un par de horas. Estaba exhausto de la larga noche con la exuberante rusa, el portero tenía listo mi auto, frente a la entrada, llame a Rodrigo camino a casa
— ¿Todo salió bien?
—Eres un genio hermanito, yo no me quedo atrás tenías que estar presente mirándome, parecía conocer tu informe tanto como tu
—lo único que desconoces, es tu potencial, deberías dejar de trasnocharte tanto y trabajar un poco más y serás tan bueno como nuestros padres
—si tengo que ser como alguien de nuestra familia, que sea como tu
El silencio estuvo presente unos segundos, hasta que el continuo
—Yo a tu edad no estaba de discoteca en discoteca y mucho menos de mujer en mujer
Las risas de ambos se apoderaron de la conversación.
—Eres un aburrido por naturaleza, pero te conocí muchas novias así que no te hagas el santo conmigo, que el sexo también te enloquece
—Te espero para nuestra partida de póker más tarde.
—Eres un experto hasta cambiando las conversaciones, estaré allí para ganarte
Me detuve en una florería quería llevarle unas rosas rojas con un par de girasoles a la única mujer que me desprendía ternura y sentimientos mi abuela
Compre un ramo exageradamente grande, y voluminoso, ella se merecía todas las rosas de new york, decidí comprarle un libro a rodri escogí uno de un empresario exitoso que vendía su alma por el amor de una mujer.
Al estacionarme me di cuenta del Ferrari azul que deslumbraba en casa, el nuevo auto de Alonso mi mejor amigo, ¿quería presumirme a mí? Al entrar le di las rosas a una de las sirvientas
—Llévalas hasta la habitación de mi abuela y la colocas en su cama—entregándole mi chaqueta, para que la llevara a mi habitación
—sí señor. El señor Alonso lo espera en el salón, con permiso—retirándose
Camine hasta el salón, sonriente
—Nos vimos anoche, déjame vivir—lanzándome en el mueble—lindo auto
—Vine a verte, tenía miedo que esa rusa de anoche te llevará en el primer vuelo hacia Moscú —lanzándome un cojín— ¿se movía también como bailaba?
—Uff no sabes la buena noche que me hizo pasar ese monumento de mujer
—Lo puedo imaginar, no sé cómo puedes tener tanta suerte con las mujeres, además siempre te llevas a las mejores a la cama—refunfuñando, envidia pura
— ¿No sabes cómo? Eres ciego, mírame Alonso, soy un tipazo
Él sirvió par de tragos, teníamos una conversación amena, cuando escuchamos un estruendoso ruido, nos acercamos a ver qué había pasado en la entrada de las escaleras principales, había un desastre. dos de los jarrones hechos trizas y la inadaptada de la fisiatra levantándose del piso, mientras trataba de recoger los pedazos de su desastrosa metida de pata.
— ¿Torpeza es tu apellido?
—Supongo que si logro graduarse de la secundaria fue con el peor promedio, nadie lleva por apellido torpeza—
Acá estaba otra vez la rara faltándome el respeto en mi casa, en esta oportunidad con un tono más desafiante y delante de Alonso que no paraba de reírse
—y como piensas pagar eso que acabas de romper cerebrito? Son jarrones chinos no creo que ni trabajando un año gratis para Rodrigo logres aunque sea pagar un trozo de esos —molesto por su actitud
— ¿acaso son suyos los jarrones?, no lo creo se nota que no sabe nada de decoraciones, y tiene un muy mal gusto entonces hablare con la señora Amanda para que me sea descontado de mi sueldo—hablaba muy rápido, en tono alto y sin mirarme—y no quiero que vuelva a dirigirme la palabra me causa una sensación de estrés que no me agrada.
Ella se retiró dejándome en medio del desastre ocasionado por ella en el pasillo, y con Alonso atacado de la risa, no soportaba a la impertinente fisiatra de Rodrigo
—Al parecer no eres irresistible para todas—comento Alonso —no eres un tipazo. ¿Quién es?
—¿Crees que me importa que piense esa inadaptada y rara mujer de mi? —Regresando al salón mientras con un grito mande a limpiar el desastre de la rara—es la fisiatra de rodri
—Entonces no podrás echarla a la calle, después de lo despectiva que fue contigo—entre risas—me da gusto que no causes esa sensación de inestabilidad emocional en todas las mujeres, hubo una que te llamo bruto y te lo grito a la cara
—Hay por dios Alonso ¿no viste a esa tipa?, es la cosa más rara y espantosa que hay sobre la tierra que me puede importar si me ve con ojos de lujuria o no, jamás me la llevaría a la cama
— ¿Ni siquiera por una apuesta? —mirándome con cara de poder
—ya no tenemos 18 años
—Acaso no es una buena apuesta el Ferrari azul llamativo que esta fuera? No te crees capaz de llevarte a la cama a esa rara fisiatra—alzando una ceja—te llevas a la cama monumentos cada noche, modelos, actrices, chicas lindas y sexys y una fisiatra mal vestida, y despreocupada ¿te va quedar grande?
—Sabes que nada le queda grande a Bastián Francesco, piensa bien si estás dispuesto a perder tu auto
Se levantó, y lo perdí de vista por unos instantes, regreso con papel y lápiz en mano, iba enserio la apuesta, era uno de nuestros juegos favoritos años atrás, hacía mucho tiempo que no apostábamos pero no suelo perder y mucho menos una apuesta con Alonso.
Plasmamos la firma de ambos en el papel, tenía dibujada una odiosa sonrisa en su rostro, estaba seguro que ganaría la apuesta, iluso jamás me dejaba ganar por nadie mucho menos con Alonso, era demasiado competitivo y no importaba cuán desagradable era la apuesta que acababa de aceptar, eran las más fáciles para mí, llevarme una mujer a la cama era lo mejor que se me daba y la inadaptada no sería la excepción, seguramente sería la más fácil ¿cuándo se imaginaria una mujer como ella que un hombre como Bastián Francesco tan siquiera le preste atención?. Por su parte Alonso aseguraba que no la tendría fácil y pauto dos meses para poder cumplir con lo pactado.
Él se retiró creyéndose el ganador, para poder alimentar su ego pensando que podría una vez en su tonta vida haberme ganado una apuesta, se le olvidaba que tenía todas las armas a mi favor, me dirigí hasta la habitación de rodri, nuevamente estaba iluminada con las persianas abiertas, incluso se había depilado un poco la barba y el olor de su perfume Aqua di Gio de Giorgio Armani impregnaba la habitación.
— ¿A qué se debe lo bien arreglado que estas y que hayas elegido uno de tus perfumes favoritos el día de hoy? —Lanzándome en su cama—que cómodo es este colchón
— ¿Cómo termino de ir la junta? —Abriendo la bolsa donde venía el libro que compre para el—Gracias hermanito—lo puso debajo de dos libros que estaban en la mesa del computador
—La junta de maravilla brille con tu informe—mirándolo—estas distinto, deja de cambiarme el tema hace mucho que ni te bañabas, repentinamente hoy te has puesto todo el frasco de tu perfume favorito
Él sonrió y movió la cabeza de un lado a otro
—Siempre me he duchado, y si hoy decidí ponerme el perfume que más me gusta porque mila me está evaluando y es importante oler bien
—Mila? ¿Quién es mila? —me sentí intrigado
—mi fisiatra, es muy profesional y ayer hizo algunas maniobras en mi cuello que me hicieron sentir mejor, como quería que las repitiera al menos tenia que estar presentable
Mila es mi apuesta, y tenía frente a mí a la única persona que evitaba dañar en el mundo, quien por un año ha estado entre las sombras de esta gran y aterradora habitación, quien he visto llorar porque lo ha perdido todo, y hoy incluso se puso perfume y arreglo por ella, no podía tener tan mala suerte ¿acaso Rodrigo le gustaba la rara que debía llevar a la cama?
— ¿Te gusta la rara de tu terapeuta? —Levantándome de la cama—Dime la verdad
—Bastián…
—¿Qué? siempre me has dicho cuando una mujer te gusta, no te apenes porque sea rara e inadaptada—el me interrumpió con voz firme
—No sigas. ¿porque siempre tienes que ponerle etiquetas a las personas?, ojala algún día en tu vida te fijes en algo más allá de lo que miran tus despectivos ojos, te sorprenderías —Rodo su silla hasta el ventanal—Si no estuvieran en esta maldita silla de ruedas no dudaría en enamorarme de una mujer como mila, no es una modelo rusa como las que acostumbras llevarte a la cama en una noche, sin tan siquiera preguntarle su nombre, pero es el reflejo de una mujer perfecta, tierna, cariñosa, inteligente, chistosa, agradable y naturalmente bonita porque es única entre tantas operadas que acostumbras a conocer diariamente en las discotecas de esta ciudad
—No respondiste mi pregunta. ¿Te gusta?
Quería saberlo, porque si él decía que sí, no me importaría perder uno de mis preciados autos solo por verlo nuevamente feliz, con esos ojos brillar tanto como su bondadoso corazón, sin importar que fuera por esa mujer sin chiste ni atractivo físico
—Te lo he dicho mil veces, no tengo pensado volver a enamorarme mientras esté postrado en una silla de ruedas, sin nada que ofrecerle a una mujer más que una carga, además llevo dos días conociéndola, solo te pido una cosa no vuelvas a dirigirte a ella despectivamente, porque ni siquiera la conoces
—Te pido de favor que dejes de seguir poniendo de excusa tu maldita silla de rueda, para dejar de hacer tu vida y ser feliz, no serias una carga para nadie, porque realmente eres talentoso y buena persona, jodido estaría yo si estuviera en esa silla, no tengo más que mi ego para presumir—sentándome en el sillón— y sobre conocer a tu fisiatra, solo la he visto en medio del desastre como hoy que rompió dos de los jarrones chinos que le mando la empresa tokychain como regalo de cumpleaños a mama uno de esos jarrones tenia detalles en oro ¿sabías?
— ¿Se lastimo? Viste que estuviera bien? Esos jarrones al romperse cortan—Con cara de evidente preocupación —
—Rodrigo, ¿me escuchaste? Los jarrones chinos de mi mama, se los envió de regalo una de las empresas chinas con las que tenemos lazos y a ti te preocupa si ¿se cortó?
—Le dirás a mi mama que fue torpeza mía con la silla de ruedas
Solté una carcajada. No lo podía creer, Rodrigo realmente lo embrujó la fisiatra, pero me había dicho en dos oportunidades que no le importaba como mujer. Aunque debo admitir que había un cambio positivo en el que me gustaba después de un año sumergido en constantes episodios de depresiones, lo veía sonreír, arreglarse y ponerse su perfume favorito, no me importaba que poder generaba la chica rara y mal educada que debía llevar a la cama para ganar el Ferrari de Alonso pero mi hermano estaba saliendo de un hueco en el que estuvo sumergido por mucho tiempo y no podía dejar de admitir que fue gracias a ella.