No cabe duda que a mi padre no le interesa en lo más mínimo su reputación, estar aquí con otra residente joven cuando recién hemos pasado el escándalo con Lilah y ahora está aquí con otra interna. –Tengo que ir al baño –le murmuré a Adam. Él estaba hablando con dos hombres que me había presentado como los representantes de unas farmaceúticas. –No tardes –me respondió. Me soltó la mano y pude caminar lejos, detuve a un camarero y le pedí que fuera con Melissa y le dijera que la estoy esperando en el baño, por supuesto que en un segundo ya estaba llegando. –¿Qué ca.rajos, Melissa? –cuestioné. –Te lo puedo explicar, lo juro. –¡Te metiste con Charles y ahora te metes con mi papá! –le reproché. ¿Qué sigue? Que aparezca Lilah con Charles y todo sea un alboroto. –Bueno, lo de Ch