El comedor también estaba exactamente igual, no entiendo cómo es que mi padre trajo a Lilah aquí y ella no cambió nada, cuando venía a casa siempre decía lo aburrida que era la casa, tengo presente el día que mencionó el horrible color de la alfombra antigua y colocaría uno de color rosa, imagine esos colores llamativos y chillantes que le gustan, se vería horrible, pero solo sonreí aceptando su sugerencia porque no quería insultarla, debí insultarla. –Es un hermoso cuadro –señaló Hannah al ver hacía arriba. Era cuadro que estaba colgado en la pared, un paisaje un poco difuso con pasto y puntos en forma de flores, siempre ha estado ahí desde que recuerdo. –Creo que era de mi abuelo –comenté. –De tu bisabuelo –aclaró Jacob –. Eras muy niña cuando tu abuelo falleció, pero aún convivi