Dejé a Audry en su dormitorio y salí de ahí camino al mío, estaba muy cansada, había sido un día de muchas emociones y sobre todo el estrés, creo que fue un equivalente a un turno de veinticuatro horas en el área de emergencia cuando hay un accidente donde tienes que atender varios pacientes a la vez, odio los turnos de emergencia, solo de pensar que mañana debo volver, no puedo dejar mi residencia cuando me falta tan poco. Me detuve cuando abrí la puerta y mi dormitorio estaba muy limpio y sobre todo vacío, no había nada, fui al guardarropa y no había nada, busque en todos lados mis cosas, todo se había ido, entonces vi a Isabelle pasar hacía la habitación de Audry y me apresuré a alcanzarla. –Isabelle, ¿has visto mis cosas? Ella me vio extraño y luego sonrió. –El servicio se hiz