Primer amor del alfa

Capítulo 2: Recuerdos

Punto de vista de Lily

Corrí a mi habitación y solté el aliento que estaba conteniendo. Con tan solo mencionar su nombre, sentí un gran dolor en mi pecho y, de inmediato, disparó una gran oleada de recuerdos.

Flashback

Salí corriendo a través del campo de flores detrás de mi cabaña. El viento movía lentamente mi cabello castaño hacia atrás. Mi vestido de sol morado fluía a mi alrededor, mientras comenzaba a girar en círculos. Luego, caí de espaldas sobre la hierba suave y alta.

Cerré los ojos suavemente, absorbía los olores que me rodeaban. El otoño se acercaba. La angustia y tristeza que ese olor me traía eran insoportables. Sabía que con ese olor él tendría que irse, y mi corazón simplemente no podía soportarlo en ese momento.

El olor a vainilla y sándalo llegó a mis fosas nasales. Lo olí antes de sentirlo acostarse a mi lado.

Giré mi cuerpo hacia él. Mirando los ojos verdes esmeralda más hermosos. Había tanto amor y adoración en sus ojos. Solo con mirarlo me sentía tan importante y algo mucho más que una omega.

Ben tomó un mechón de mi cabello, que había caído sobre mi rostro, y lo colocó lentamente detrás de mi oreja. Llevó su mano hacia la parte posterior de mi cuello y acercó su rostro al mío. Me besó suavemente. Alejándose, miró profundamente mis ojos lavanda.

—Lily, te amo tanto. Dos años pasarán tan rápido, ya verás. Prométeme que me esperarás. No estoy seguro si somos compañeros, pero cada hueso de mi cuerpo dice que lo somos. Solo promete esperarme.

—Ben, también te amo. Te he amado desde que tenía seis años. La primera vez que te vi, supe que habría algo entre nosotros, aunque solo fuera como amigos y, por supuesto, te esperaré. Siempre te esperaré.

Fin del flashback.

En aquel entonces sabía que las probabilidades de que un alfa se emparejara con un omega eran escasas. Pero en ese momento, creía todo lo que él decía. En ese instante, no quería que ese sentimiento terminara.

Limpié las lágrimas que comenzaron a brotar de mis ojos y me vestí rápidamente con unos jeans, una blusa rosa y unas sandalias.

Recogí mi largo cabello castaño en una coleta y me puse un poco de máscara de pestañas.

Nunca usé mucho maquillaje. No sentía la necesidad de hacerlo. No intentaba impresionar a nadie.

Agarré mi cárdigan mientras salía corriendo. Me di cuenta de que llegaría tarde si no me apuraba. Pasé demasiado tiempo en mis pensamientos, reviví recuerdos del pasado.

Por qué dejó de llamar después de solo dos meses. Todavía me perseguía su recuerdo. Aun no entiendo por qué no respondía mis llamadas o mensajes sin una explicación.

Sentí que ni siquiera importaba lo suficiente como para darme eso. Pero cualquiera que fuera la razón, sabía que cuando regresara, tenía que actuar como si no me hubiese lastimado.

No había salido con nadie desde entonces y, sinceramente, no había querido hacerlo. Mantuve la promesa que hice. En el fondo, sabiendo que probablemente él no lo hizo.