–¿Me estas cargando? –No, me despegó totalmente de este plan. –¿Se puede saber por qué? Corto la llamada, no puedo seguir discutiendo. Narra Leonor. Entramos a su casa y miró por todos los rincones. La entrada era linda y me muestra la sala, donde estaba la mesa puesta. –¿Te gusta? Trago saliva y asiento. –Si, la casa es muy linda. El me sonríe y corre la silla para que me siente. –Gracias.–Sonrió. Sirvió la cena y la verdad que me siento muy bien con el. No merece que me comporte a la defensiva. Cenamos a gusto y me dio el postre. –La verdad que muy rico todo. –Sonrió. –Gracias, todo esto lo hice por vos. –Lo se. Me acerco a el y le doy un beso, profundiza el beso, agarrandome la cintura. Narra Lorenzo. Pongo mi lengua dentro de su boca, me encanta sen