Capítulo 4 "Anibal"
596 Words
Narra Leonor.
Al otro día, me levanté temprano y rápidamente entre al baño. Después de media hora bajo las escaleras para hacerme el desayuno. Tenía puesto unos pantalones de vestir y una camisa blanca, deje mi pelo suelto. Termine de desayunar y agarro mis cosas para ir a la empresa. Subo a mi auto y lo pongo en marcha, no puedo dejar de sentirme inquieta, pongo un poco de música para tranquilizarme. Apenas llegué a la empresa, bajé del auto y entro al edificio. La secretaria que me atendió ayer se para frente a mi.
–Ya le aviso al señor Arismendi que ya está aquí. Asiento y espero, veo al hombre bajando de las escaleras y me mira.
– Señorita Esposito.
Estrechamos nuestras manos y me sonríe, le devuelvo la sonrisa.
–Bienvenida.
–Gracias, le juro que no se va a arrepentir.
–Lo se, ahora la voy a presentar con el gabinete, mi padre está un poco atrasado.
Asiento y lo sigo, subimos las escaleras. Veo a mucha gente caminando y entrando por oficinas, no había ninguna pared que dejará un poco de privacidad, se podía ver todo, menos dos oficinas, una de ellas era de él. El freno su paso en una oficina vacía.
– Es tu nueva oficina.
Abre la puerta y entramos.
–Espero que te sientas cómoda.
–Claro.
Veo a un hombre moreno pasar a mi nueva oficina.
–La primera mujer que va a formar parte de nuestro gabinete.
–Si, nuestra primera contadora.
–¿Nunca tuvieron una mujer trabajando en este nivel?
–Nunca, me llamo Eugenio.
Nos saludamos y se va.
–Que raro que una mujer no trabajo con ustedes. –Es que mi padre es un poco exigente con eso, solo tenemos asistentes mujeres y este es mi primer año, cuando vi tu curriculum quede fascinado.
Asique su padre es un machista, esto va a salir de maravilla. Me quiero matar.
–Muchas gracias señor. –Agradecida.
Los otros empleados me saludan a cabo que aparecían y me quede en la oficina para comenzar con mi trabajo. Escucho que alguien golpea la puerta.
–Pase.
Veo a la asistente del señor entrar a mi oficina.
–Disculpe señorita Esposito, ¿necesita algo?
–Un te por favor.
La mujer asiente y me mira.
– Le aviso que en cuanto se encuentre su asistente, yo voy a reemplazarla.
–Muchas gracias.
Narra Lorenzo.
Por suerte la bienvenida a Leonor salió todo bien. Solo falta que mi papá la vea, el se dará cuenta del talento que tiene. Es una mujer atractiva, muy atractiva. A decir verdad, cada vez que la veo no puedo sacar mis ojos de encima pero nunca estaría con alguien que trabaja en el mismo sitio que yo. Solo me gusta como mujer y nada más, no es nada personal pero mejor que sea así.
Espero que mi papá venga, al menos la quiero presentar con el. Bajo las escaleras y por suerte lo veo en la entrada.
Narra Anibal.
Entro rápidamente a la empresa, pido un café y veo a mi hijo bajar de las escaleras.
–Hola papá.
– Hola hijo.
–Acompáñame que te voy a presentar a Leonor.
Asiento y subimos las escaleras. Caminamos hasta una de las primeras oficinas. No podía ver a la mujer, mi hijo golpea la puerta y escuchó una voz. Esa voz la conozco. La mujer abre la puerta y puedo ver como su cara se pone blanca, al igual que la mía, no puede ser.
Narra Leonor.
Tomo mi te tranquilamente cuando escucho el ruido de la puerta. Me pongo de pie y abro la puerta. Puedo ver a Lorenzo y al lado está el hombre con el que discutí...
¿Esto es en serio? Me quiero matar.
–Perdón que la moleste señorita Esposito, le presentó a mi padre, Anibal Arismendi.
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