Al otro día, abro los ojos y me levanto de la cama. Después de darme una ducha, salgo de mi habitación. Tomo el desayuno y veo bajar a mi hermana. –Buenos días. –Buen día. –Me dice. Se sienta y se sirve el desayuno, la veo muy seria. –¿Qué pasa? –Nada, estaba pensando en que tengo que conseguir un trabajo, ayer empecé a dejar curriculum en los hospitales. La miro. –¿Vas a volver a ser enfermera? –Si, se que va a costar porque hace tiempo que lo deje.–Suspira.–Quiero hacer algo. –Y me alegra que lo hagas, todo va a salir bien. Narra Anibal. Abro los ojos y siento un peso en mi pecho. La miro y era Leonor, tiene su cabeza recostada en mi pecho. Acarició su pelo y ella sonríe dormida. Abre los ojos y me mira, dándome una sonrisa. –Perdón por despertarte. –No pasa n