El rancho Buenavista está hecho un caos debido a la nueva administración de Daniel Carter. Él, con un propósito propuesto en su corazón desde hace mucho tiempo, de retomar el rancho y organizarlo para demostrarle a esos ladrones e invasores, que ese rancho es mucho más que un medio para apostar. Parte de su venganza contra los esposos Hampton es sacarlos del rancho y luego hacerlo pagar con creces su maldad. Sus ojos miran sin compasión a Madeleine y en cierta manera disfruta lo que está pasando aquella mujer. —No, no— grita Madeleine — yo no soy sirvienta de nadie. Daniel solo la mira imperturbable. —Lo siento por usted, pero hace lo que se le indica o simplemente se va a la cárcel— él se encuentra en el gran ventanal que domina la gran llanura. Desde donde se encuentra