Julia —¿El festival escolar? —preguntó Natalie, dudosa. —Sí. Chris y yo sonreímos frente a ella. —Vamos —susurró Chris, con una sonrisa pícara—. Te he oído cantar en casa y tu voz es preciosa. Natalie se sonrojó. —P-Pero si yo sólo canto en la ducha… Chris asintió, orgulloso de sí mismo. —¿Alguna vez has salido de esa casa? —pregunté con una ceja alzada. —Estoy pensando en mudarme permanentemente y adoptar a Adam como mi hermano menor. Natalie y yo nos miramos, para luego comenzar a reír. —Aún así, jamás me atrevería a cantar en público —terminó Natalie—. Me daría mucha vergüenza. —¡Oh, vamos! —pidió Chris—. Cantaremos juntos. —¿De verdad? —preguntó la pelinegra, sorprendida—. ¿Cantas, Chris? —Claro que sí. Yo siempre canto en los concursos, con la condición de elegir a mi p